Lectura para Amantes: Capítulo 6

Capítulo 6.

“Descubriéndonos (parte 2)”

- Ah… -se movía de un lado a otro, dolía, el cuerpo entero le dolía –ahh…

Su cuerpo se retorcía entre las sábanas…

Su mandíbula apretada… las sábanas cada vez más revueltas a causa de ese cuerpo adolorido…

- Junsu… -Heechul volvió a inyectarle –descansa…

- Ahh… -y el último suspiro, antes de dormir, fue uno de dolor.

Heechul le miraba compungido, Junsu había ido a Estados Unidos por sus conferencias y por casualidad se encontraron y se entera de los dolorosos momentos que vivía el ahora rubio.

- La última vez que nos vimos, eras un chico pelirrojo –dijo acariciando su rostro –Estás tan delgado, Junsu ah… -Se sintió mal, ver a Junsu en ese estado era algo doloroso… le conoció con tanta vida y ahora resultaba que Junsu daba un paso más a ese final oscuro sin que nadie pudiese sostener su mano para detenerle.

*****

- ¿Te vas? –Junsu asintió - ¿Por… qué?

- ¿Cómo que por qué, Yoochun ah? –Preguntó el menor con una sonrisa –Viviría aquí hasta que encontrara un lugar –Tomó la mano del pelinegro –Siento a verme demorado tanto, yo… de verdad te estoy agradecido por lo que has hecho.

- Entonces no te vayas…

- Esto no te hace bien, Yoochun ah

- ¿Qué quieres decir?

La mirada de Junsu era extraña, su sonrisa ya no era radiante… era parecida a culpa.

- Yo no soy Junho hyung, Yoochun ah… es hora de que también lo asumas –La suavidad de las manos de Junsu era tan distintas a las de Junho –Yo… creo que es mejor que me vaya, lo necesitas.

- ¿Qué estupidez dices? –Socó sus manos de entre las de Junsu - ¿Qué tiene que ver Junho? ¡Sé bien que no eres él!

- No… no lo sabes –Contestó de forma cortante.

- Sí lo sé… sé que no eres Junho, eres completamente diferente a él. Lloras a escondidas, sonríes a pesar de la situación en la que te encuentras. Te gusta leer y escribir, no me gritas, me tratas bien y siempre estas con una sonrisa… Le hablas hasta con cierto temor a tu madre ¿Piensas que creo que eres igual a él?

- Yoochun ah… -Estaba sorprendido, no tenía idea de que Yoochun supiese esas cosas, que se haya percatado de esos detalles.

- ¿Por qué te vas? No es necesario que te vayas, Junsu ah…

Junsu suspiró, y volvió a sonreírle.

- Debo irme, Yoochun ah. Más allá de mi hermano debo hacerlo y de todos modos tan solo me mudaré de casa… no me iré a otro lugar ¿Por qué tan afligido?

- Te vas con él ¿No? –Preguntó con el ceño fruncido… Tenía que ser por ese chico moreno amigo de Junsu.

- ¿Él? ¿De quién hablas?

- Tu amigo… el del extranjero.

- Ahh… Hablas de Yunnie ah –Junsu sonrió –Sí, me iré con él a vivir.

- ¿Te gusta? –La voz de Yoochun sonaba ronca y en forma de reproche.

- Yah… Yunho es mi amigo de la infancia, Yoochun ah. Un amigo que me tendió la mano cuando todos me daban la espalda… es para mí, un hermano mayor… -Contestó haciendo un leve puchero.

- Entonces no te vayas…

- Yoochun ah, sí tanto me vas a extrañar, toma –Le pasó una papelito y luego de eso emprendió la marcha lejos de ese lugar, que tan bien le acogió.

****

- Yu… Yunho… ah…

Por Dios… ese hombre…

- Jaejoong…

- Por favor… ah… yo… mmm…

Que se detuviera, sino lo hacía… no podría él detenerse.

- Yunho… de… detente… ah…

- ¿Por qué? –preguntó sin soltar su cintura, sin dejar de besar y lamer esa piel a su antojo.

- No… no está bien… Yo…

- Te quiero… -Ese murmullo en su oído dicho con ese tono de voz, de forma tan cariñosa –Te quiero, Jaejoong ah…

- Yunho…

- Te quiero… Aunque sea un vanidoso, presumido… y testarudo, me gustas y te quiero…

Jaejoong no sabía qué hacer, parpadeaba con sus ojos lagrimosos… ¿Yunho le quería?

- ¿Por qué abrías de quererme? –Le miró con susto, él no era bueno… Yunho lo sabía.

- Porque eres un chico perdido, un lindo chico perdido que quiere huir ¿Lo olvidaste? –Una de las manos de Yunho acariciaba el rostro de Jaejoong con tanta delicadeza – ¿No querías volver a lo de antes? ¿A cuando tus padres te abrazaban y te decían te quiero? ¿No decías que era preferible vivir en la casa de campo porque ahí tus padres sonreían?

- ¿Cómo sabes eso?

- ¿Aun no lo recuerdas?

¿Qué quería decir Yunho con esas palabras? ¿Recordar qué? ¡Ah! El moreno siempre conseguía eso de él, un montón de dudas y dolores de cabeza… Le hacía perderse sumergirse. Porque simplemente sus palabras calaban… se anclaban a su ser y él como idiota no sabía que otra cosa hacer que buscar respuestas.

- “Si tomas mi mano, te llevaré de vuelta a casa… Y te darás cuenta lo asustados que están tus padres”

- Yunnie… -La palabra brotó sola de sus labios de forma inmediata al igual que esas lágrimas –Tú…

- ¿Por qué mi niño ha cambiado tanto? –Preguntó sin dejar de verle con esa adoración - ¿Por qué has demorado en reconocerme?

- Yu… Yunnie… no… tú… ¿Por qué no lo dijiste? –Preguntó queriendo soltarse de esos brazos. Porque no podía ser verdad, Jung Yunho no podía ser su querido Yunnie.

- ¿Qué sacaba con hacerlo? Me mirabas como si fuera un extraño odioso ante tus ojos… Alguien que no valía nada y que era un estorbo –Contestó con una sonrisa dolida, porque sí… lo reconoce, realmente dolió ver a Jaejoong convertido en una persona así, que lo primero que pensó en hacer fue alejarlo y tratarle de forma fría, pero le fue imposible… esos ojos profundos le llamaron de forma desesperada en un auxilio mudo.

- ¡Yunnie! –Gritó sin saber qué decir –Pero eras tú… ¡Debiste decirlo!

- Jaejoong ah… -Enmarcó el rostro del mayor –Siento no a ver estado todo este tiempo, siento que hayas estado así de solo… lo siento mucho, mi Joongie…

******

- ¿Quién eres? –Preguntó un chico moreno de ojos de leopardo.

- ¿Eh…? Jaejoong…

- ¿Jaejoong? M… ¿Y qué haces aquí?

- Appa… y eomma no me quieren… -Dijo con voz estrangulada y lastimera.

- ¿No te quieren? Estoy seguro que te han hecho con amor –Jaejoong le miró sin comprender las palabras de ese moreno.

- Eres muy Bonito –Dijo con una enorme sonrisa –Tus papis deben quererte, realmente no había visto a un chico tan bonito.

Jae rio ante esas palabras y la efusividad con que lo decía ese chico. Yunho le miró aliviado, al menos había hecho sonreír a ese chico y rió con él.

-Soy Yunho, un gusto Joongie –Jae le miró extrañado, porque su presentación fue demasiado educado y caballerosa, hasta estrechó su mano con una linda sonrisa –Ya no llores más, Joongie… Estoy seguro que tus padres te quieren mucho, tal vez no saben cómo decírtelo… pero te quieren.

- Yunho…

- Si mañana te sigues sintiendo mal, puedes venir de nuevo aquí.

- Pero… estaré aquí, mis padres no me quieren… -Yunho simplemente rió cándido.

- Si tomas mi mano, te llevaré de vuelta a casa… Y te darás cuenta lo asustados que están tus padres… -Al llegar se detuvo sin quitar su sonrisa –Espero verte allá, Joongie.

Y así lo hizo Jaejoong… todo esos días que estuvo de vacaciones con su padre fue a jugar con Yunho, al cual le había tomado tanto cariño, le encantaba estar con él.

- ¡Joongie! –Le abrazó por la espalda a su lindo y frágil pelinegro - ¿Cómo estás?

- ¡Yunnie! –Gritó algo exaltado con una mano en el pecho –Me asustaste…

- Yah… ni que estuviera tan feo –Se quejó el moreno.

- No eres feo, Yunnie –Dijo sonriendo –Serás un chico muy guapo.

- Jajaja… Joongie –le despeinó con cuidado. Se pasaron unas dos horas jugando y conversando entre otras cosas, habían aprendido a coincidir a pesar de ser de cierta forma distinta, Yunho por un lado era más salvaje y Jaejoong era un chico más delicado.  

- Yunnie… -El nombrado vio sorprendido a su amigo cuando este le abrazó –Te voy a extrañar mucho, Yunnie…

- ¿Por qué? ¿Te vas? –le tomó de los hombros viéndole realmente sorprendido.

- Sí… ya volveré a Seoul –Bajó su rostro entristecido –Lo siento, Yunnie… por mí, me quedaría para poder verte.

Yunho el abrazó, con mucho cariño sin ganas de soltarle, acariciando sus cabellos con cariño, algo triste porque sería “perderle” y no quería.

- Joongie… -Le tomó del rostro, algo tembloroso pero con la convicción de hacerlo.

- Yu… yu… nie… -Sintió el rostro de Yunho cerca de sus labios y no se movió, se quedó esperando esa caricia, que llegó suave y temerosa… Pero sabe que ese será el primer beso más memorable y hermoso que pudo haber recibido.

- No me olvides, Joongie… Prometo que cuando estés mal haré todo por ir hacia ti.

- No te olvidaré, Yunnie… Y menos ahora –Abrazó fuerte al moreno, con sus mejillas a tope de sonrojadas… pero feliz.

*****

El motivo por el cual tanto el pelinegro quiso a Junho… fue por eso… porque había sido la segunda persona que le dijo Joongie en los momentos más difíciles de su vida. Porque le había recordado tanto a su Yunnie… ese chico que de un momento a otro supo que ya no volvería a ver… supo que era imposible encontrarse nuevamente como en ese entonces.

- Tú… -Las manos temblorosas de Jaejoong enmarcaron el rostro de Yunho con miedo… con miedo a que desapareciera a que ese fuese un espejismo, que estuviese en un sueño a donde su Yunnie volvía y le rescataba –Babo…

- Mi Joongie… -Y Yunho no se limitó a besar con ternura los labios de Jaejoong –Estoy feliz de a verte encontrado, no sabes cuánto… -Murmuró rosando los labios del mayor sin separarse, porque necesitaba ese roce, necesitaba ese calor y suavidad, la necesitaba demasiado.

- Volviste… -Sentía el presuroso latir de su corazón, una sensación extraña que le recorría de pies a cabeza… Era la excusa perfecta para dejarse amar libremente, para amar sin cadenas, para decir adiós para siempre a quien anteaño fuese el dueño de su destartalado corazón –Gracias… ¡Gracias! –Terminó de decir en un emocionado rin tin tin lanzándose a los brazos de Yunho, regalándole besos cortos sobre sus labios… permitiendo que las manos de Yunho se colasen bajo su camisa y palparan su piel bajo ella –Mm… -Gimió entre besos cuando una de las traviesas manos de Yunho se hizo de uno de sus pezones y lo jaló.

Se desnudaron entre besos y sonrisas cómplices, el pelinegro se dejaba hacer por el moreno, ese que le miraba con tanta pasión, anhelo y algo más que simplemente le estaba derritiendo entre sus brazos.

Terminaron desnudos en el sofá, Yunho sentado bajo el cuerpo blanquecino de Jaejoong, ese que gemía a su oído mientras se auto embestía.

- Yunho… ah… -Gimió despacio, su respiración se alteró por la intromisión.

- Jaejoong ah… -Acarició sus pineras, su columna, su cuello hasta llegar a su rostro –Yo ya he vuelto… ahora… vuelve tú… -Pidió dejando caricias en esas mejillas sonrojadas, en esos parpados cerrados.

Las embestidas comenzaron suaves… necesitados de la tranquilidad comenzaron a amarse…

… Aunque no lo creas… siempre esperé a que vinieras a mí… Yunnie ah…

Jaejoong se auto embestía, besando a cada tanto los labios del mayor, ese que afirmaba sus caderas y le ayudaba con los movimientos, dándose placer mutuamente, encontrándose como hace años gritaban por hacer…

… No vuelvas a dejarme…

Los besos no faltaban, las miradas atisbadas de cariño y emoción, las sonrisas… las caricias… Ese iba a ser el mejor reencuentro para jamás olvidar ni olvidarse.

- Responde… -Comenzó a hablar Yunho luego de un aparatoso orgasmo - ¿Volverás?

Jaejoong que estaba con su frente recargada en su hombro la levantó para mirarle a los ojos –Lo haré… -Respondió de forma suave –Volveré, Yunho…

… Solo no sueltes mi mano…

… Yo sin ti, no podría seguir…

… Sin ti… me siento nada…

******

- Yo… conocía a un chico, llamado Jaejoong –Comentó a su amigo en la cena –La descripción de tu chico… es tan parecida a la de él…

- ¿Estás seguro?

- Debes comprobarlo por ti mismo –Yunho asintió.

- Lo hare, Susu ah… -El moreno le sonrió con cariño - ¿Cómo has estado? ¿Tu libro se publica mañana? ¿No?

Junsu asintió, sonrojado y frotando sus manos –Tengo miedo… de que no les guste, Yunho hyung…

- ¿Estás loco? Los he leído, Changminnie los ha leído, Siwon sshi los ha leído. Y les has gustado… Créeme que no mentimos.

- Gracias… -Yunho le miró arqueando una ceja –No sé qué habría sido de mí sin ti… Eres lo mejor que me ha pasado, de verdad gracias…

- Junsu ah… -Yunho suspiró –Hablas como si te despidieras y no me gusta.

Junsu sonrió –No me he despedido, no hay que hacerlo, siempre nos veremos aun si estamos lejos, Hyung. Y yo solo… solo te estoy agradeciendo –Terminó de decir para luego comenzar a comer su cena –Que rico…

******

- ¿Internado? –Yunho asintió –No comprendo por qué él siempre estuvo en internados en China, Inglaterra y Junho siempre aquí en corea, eso es favoritismo hacia Junsu.

Yunho rió - ¿Qué dices? ¿Favoritismo hacia Junsu? Debes estar bromeando… -Dijo Jung despeinándose –Junsu… cuando le conocí, no tenía nada. Con suerte una camisa maga corta con un pantalón a media rodilla… unas calcetas cortas… y unas zapatillas rotas, nada más… nada con qué abrigarse del frío. Para comprarse el uniforme del lugar salía a escondidas del internado a trabajar de noche –Jaejoong le miró –Le conocí todo golpeado, no solo por los jefes de trabajo, sino por otros alumnos. Pero nadie hacía nada por él…

- Pe… -Jaejoong miró sorprendido a Yunho - ¿Y cómo pagaban la colegiatura?

- Es lo único que le pagaban, nada más… los otros costos los sustentaba Junsu. Al principio el orfanato era de lo peor, el administrador se robaba el dinero por lo que no había mucho, el lugar era un desastre… tenías que ser inteligente y astuto para sobrevivir en él. Pero siendo alguien menudo de cuerpo, sin fuerzas… con autoestima baja, era difícil… Junsu daba su comida a modo de pago, así no lo golpeaban y cuando no lo hacía, porque el hambre era mucho, pues terminaba siempre sangrando.

- Eso es inhumano… Pero… ¿Por qué estabas allá? ¿Por qué estabas en un internado y en Inglaterra? –Jaejoong recién cayó en cuenta de ese detalle, Yunho sabía mucho… conoció a Junsu en un internado y por lo que le contaba, de lo peor.

- Mis padres… murieron, una semana después de que nos despidiéramos –Comenzó a relatar –Los asesinaron… -Los ojos de Jaejoong se abrieron de par en par.

- Yunnie… -el moreno sonrió, besando sus nudillos con cariño.

- Todo está bien, Boo… ya pasó –Suspiró y le regaló una linda sonrisa al pelinegro –El hermano menor de mi padre para mantenerme con vida huyó conmigo a Inglaterra, pero por miedo a que me lastimaran me metió al internado mientras él buscaba pruebas para meter a los asesinos de mi padre a la cárcel…

- Pero el lugar era peor –Yunho asintió.

- Lo sé… cuando tío se enteró demandó al lugar y al final él es el administrador, luego de eso Junsu fue becado… o sino lo iban a echar –Jaejoong parpadeó confundido –Dejaron de pagar la colegiatura de Junsu, fue difícil… Junsu es demasiado frágil… cualquier cosa lo hiere –Comentó acurrucando ese cálido cuerpo al propio.

- Junho… siempre estuvo feliz… siempre sonrió sin importarle lo que a Junsu le sucediera…

- Yo no comprendo por qué a pesar de todo Junsu todavía puede amar a su hermano y madre… Todos los meses Junsu escribía una carta y se la mandaba a su hermano, pero él jamás recibía nada… solo dos veces… -Hizo memoria el menor –Una para preguntarle cómo estaba y que se esforzara, por parte de Junho y la otra de su madre diciéndole que Junho se estaba muriendo que debía volver.

- Comprendo… Pobre, a pesar de todo no llegó a tiempo –Luego de decir esas palabras Yunho le movió, tomándole de los hombros para mirarle a la cara.

- ¿No lo hizo? –El pelinegro negó –Me mintió…

- ¿Eh?

- Él dijo… que pudo verle, que… había alcanzado a darle ese último adiós… que tan desesperadamente quería darle…

- Yunho… -Jaejoong abrazó al moreno, y pensó… que Junsu era extraño, había aprendido a sobrevivir sin molestar al resto… prefería la felicidad ajena antes que la propia, y eso era tan humillante ante sus ojos.

*****

- ¿De verdad te tienes que ir? –Preguntó Junsu con un enorme puchero.

- Lo siento mucho, Junsu ah… -el moreno acarició sus rojizos cabellos para luego besar su frente –Volveré a verte… Y recuerda que puedes vivir aquí tranquilamente.

- Gracias, Yunho hyung –Junsu le abrazó, acurrucándose en su pecho, Yunho era lo único que real en su vida… le quería a pesar de toda su historia y de cómo ha vivido –No dejes de quererme, Yunho… tú… eres lo único que tengo…

- Junsu ah… -Yunho trató de alejarle para poder mirar esos lindos ojos aniñados, pero Junsu no se dejó.

- Yo te adoro… te admiro… tú… eres lo más cercano a una familia, tú de verdad me has querido… así que –voz quebrándose –No me dejes ¿Sí? Me esforzaré… para que… para que siempre estés orgulloso de mí, así que… no dejes de quererme ¿Vale?

- Kim Junsu –La voz de Jung sonó suave y cariñosa –Mi pequeño dongsaeng… ¿Cómo podría yo olvidar al chico que me ha dado tantas alegrías como preocupaciones?

- hyung… -Gimoteó rompiéndose en llanto.

*****

“Una vez en el orfanato de Inglaterra un chico Coreano llegó, sus ojos estaban rojos y lloraba mucho. El lugar era peligroso y él un chico solitario… yo siempre le miraba de lejos, quería acercarme y decirle “hola”, secar esas lágrimas y hacerle sonreír, pero era demasiado tímido como para hacerlo, hasta que al fin lo logré:

- No debiste hacer eso –Dijo mirando preocupado a ese chico de rojos cabellos.

- Pero iban a golpearte –Contestó el menor tratándole de sonreír al moreno, aunque no pudo muye bien ya que el rostro le dolía a causa de los golpes que recibió.

- ¡Te golpearon a ti, idiota! –Gritó ofuscado el moreno haciendo que aquel niño se asustara.

- No quería… que volvieras… a ah… a llorar –Terminó gimoteando el menor, él lo hacía solo por él y para que no llorara más.

- Babo… -Sus manos pasaron por su rostro, él estaba preocupado, preocupado por ese chico, algo que jamás le había sucedido.

Esa fue una sensación tan gratificante… porque desde ese día jamás se fue de mi lado.

Uknow ¿Lo recuerdas? Yo siempre me acuerdo, también recuerdo que luego de meses usé una cama gracias a ti, eres una persona tan maravillosa. Te quiero mucho, hyung.

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