Que no duela tanto...

No podía creerlo aun su queridísimo Park Yoochun se ha fijado en él, es más son novios y aunque le costó ganarce el corazón del pelinegro no hay día que pase sin que piense que a ver esperado tenía su recompenza
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- ¿Puedo saber por qué mi novio no me toma atención?- el pelinegro le sonrió dulcemente y tarde reparó en que se había quedado en silencio pensando mientras su novio hablaba.

- Lo... lo siento Yoochunnie.

- Está bien pero ¿en que pensabas tanto? - toma su mano.

- En ti - le sonríe- ¿en qué más estaría pensando?

- No sé- se acerca al rostro del pelirrojo- te quiero Junsu ah- y besa sus labio tranquilamente porque así se siente, tranquilo cada vez que está con su novio.

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-  ¿qué haces aquí?- se sorprendió al ver a esa chica a la entrada de su departamento.

- Vine a verte Yoochun, necesitamos hablar- prosiguió hablando con un tono tierno y seductor que el pelinegro conoce bien.

- Que yo sepa no tenemos nada de qué conversar- Porque él no era tonto sabía para qué había venido esa chica hasta él y no se dejaría seducir no cuando las cosas con su actual novio están bien, no cuando Junsu le ha dado todo sin que él se lo hubiese pedido y no se siente capas de traicionar de esa forma al pelirrojo.

- Por favor Yoochun - La hermosa chica de cabellos largo paso su mano por el torso del moreno provocándolo, porque sí, porque ella no recibía un "no" de nadie por respuesta y Yoochun no sería la excepción.

El moreno suspiró pesado porque sinceramente aun sentía muchas cosas por aquella chica y él no podía negarlo, por lo que la dejó pasar.

- Bien habla no tengo mucho tiempo.

- Vamos Yoochun- se acerca a él abrazándolo y apoyando su cabeza en el pecho del pelinegro- te extraño...- y él pelinegro se quedó helado ante aquella acción- me arrepiento de a ver terminado contigo, por favor dime que aun hay una posibilidad de estar juntos- lo miró al rostro sin esquivar la mirada porque sabía que Yoochun no podía decir que no ante aquello.

- Lo siento, Yoona yo ya estoy con alguien por si no lo sabes- tenía que ser firme no podía caer ante los encantos de Yoona.

- Pero Yoochun, yo sé que me quieres lo de nosotros es muy fuerte sé que me deseas contigo como yo te deseo a ti- y comenzó a acariciar el pecho del pelinegro en una táctica última de provocarlo.

- Yoo... Yoona no- Aquellas palabras que dijo el moreno la hicieron enfadar pero no se dejaría vencer, se empino frente al rostro del moreno y beso sus labios provocativamente acariciando su pecho incentivamente logrando que Yoochun respondiera al beso con esa misma pasión fogosa.

Pero ahí volvió a recordarle a su novio, los besos que comparte con su novio y que no son iguales a los que compartió con Yoona, Junsu le besaba con cariño con amor peor Yoona no, a ella solo le interesaba el placer carnal e intento separarce de ella pero no lo logró porque Yoona bajó sus besos hasta el cuello de pelinegro donde sin duda (según ella) el pelinegro no se resistiría.

Y aunque así fue por un momento entre gemidos de ambos Yoochun corto el contacto de ambos dando pasos hacia atrás.

- Yoona no, no tengo interés en volver si que no me busques más- sentenció con mirada seria.

- Pero Yoochun- Y lo comprendió... había perdido contra ese pelirrojo y la rabia se apoderó de ella- ¡no te libraras de mi Park Yoochun!- salió enfadada del departamento de Yoochun y este solo suspiró porque por un  momento había engañado a su novio casi acostándose con su ex.

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Por primera vez en mucho tiempo no tenía ganas de seguir bailando (raro en él) pero estaba desanimado quería ver a su novio en ese mismo instante. La pesadilla de la noche anterior le había dejado mal...

Su Park Yoochun le decía que ya no quería estar con él, que era una molestia y que desapareciera de su vida con un tono de voz tan fría que sintió que su corazón de partía en dos.

Movió su cabeza de una lado a otro intentado despejar cualquier pensamiento tonto, Yoochun jamás sería así con él. Suspiró por n-ésima vez en el día, pero ya era hora de colación si que se dirigió a la oficina de su novio, lo único que quería era verlo y que le abrazara.

Hoy los alumnos salían temprano y ya no había nadie en el establecimiento, hasta los talleres extra-programáticos se habían cancelado.

Cuando llegó a la oficina de su novio lo escuchó conversar con alguien no quería interrumpir si que esperó afuera, pero al parecer los que estaba  adentro creían que no había nadie ya que hablaban muy fuerte.

- Deberías decirle- esa era la voz de Jaejoong el mejor amigo de Yoochun.

- ¿Decirle qué?- esa era la voz de Yoochun.

- Dí le la verdad a Junsu- la voz de Jaejoong estaba sería, que tenía que decirle a él... aquello lo asustó.

- ¿Estas loco Jaejoong? ¡no... no puedo decirle eso!- la voz de Yoochun sonaba asustada y angustiada a la vez.

- ¿Por que no?- le cuestionaba el castaño.

- ¿Cómo que por qué no? ¡a ver dime como se lo digo! "Sabes Junsu hace unos día mi ex novia vino a mi departamento para que volvieramos, nos besamos y no hice nada por evitarlo porque al parecer aun siento algo por ella, aunque no te preocupes reaccione al final y le dije que me dejara en paz y no me molestara"- Junsu está seguro que sintió un puñal clavandose en su pecho, porque había dolido. Su ojos comenzaron a llenarce de lágrimas que pugnaban por salir pero no quería llorar, no quería.

- Núnca dije que lo dijieras así, pero creo que Junsu siempre te ha sido sincero y merece que tu también lo seas con él, además le pediste a Yoona que se alejara de ti.

- Lo sé pero... - y unos ruidos lo interrumpen.

- Junsu ¿qué haces aquí? ¿por qué no entras?- El mayor abrió la puerta y Yoochun palideció, ¿desde cuándo Junsu estaba ahí? ¿cuánto había escuchado?.

Jaejoong creyó prudente dejarles solo y tomo la mano del más alto.

- no hace falta que te se vayan Jaejoong Hyung, el que se va soy yo- dio media vuelta queriendo retirarce.

- Junsu espera- caminó hacia el pelirrojo sujetando su brazo derecho- yo... Junsu...

- Suelta me Yoochun, por favor- habló suave- después hablamos, ahora no... será mejor ¿ya?- le soltó el brazo y se sintió miserable el rostro de Junsu estaba triste el semblante alegre que le caracterizaba había sido reemplazado por uno melancólico y dolido.


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