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martes, 20 de octubre de 2015

Actualización Nº55

Hola, yo sé que ha pasado casi un año desde que intenté actualizar, que las he tenido en ascua, la verdad es que he tenido un montón de líos, ciertamente me cambié de universidad y tengo trabajo en el cual he ascendido y pues es mucho el peso sobre mis hombros.


De todos modos lo otro que me demoró es que no sabía qué escribir, de la anda perdí la emoción de la pareja Changminho, no porque no creyera en ella, sino que de la nada comencé a leer cosas demasiadas melosas, y luego me di cuenta que el Minho que estaba escribiendo perdía la esencia del personaje que yo escribía y comenzaba a parecer a otra imagen de otros Minho, de otras historias, etc. Y porque cuando algo se hace demasiado masivo yo comienzo a perder totalmente el interés jajajaja


Bueno lo otro es que tomé mucho cariño a otras couples, y luego me di cuenta que si a Junsu lo ponía con cualquiera me gusta, luego que me di cuenta que un torpe Junsu pero que no sea infantil sino que uno más idiota de carácter, algo más cínico, se parecía mucho más al Junsu que he visto, uno más HOMBRE.

Lo mismo que los otros, siento que tengo otra imagen de ellos y eso ha hecho que cambie muchas perspectiva, lo otro que me ha ayudado mucho a volver a escribir que es soy demasiado rolerplayer jajaja y pues he tenido la posibilidad de explorar diversos caracteres que podrían ir con alguna historia.


Bueno, a lo que voy, es que hoy la historia cambia un poco el rumbo de la idea inicial, y de la nada el que lo haga me gusta mucho, tal vez no tendrá el final que ustedes desean, pero sí un final que me guste más.



Bien, a lo que muchas han venido:


Hijo de la Luna: Capítulo 33


Espero que les guste el capítulo, es como un interludio al cambio drástico que se dará, a los pensamientos y sentimientos, ahora quitaré la estela de dudas de la vida que han tenido los hermanos Kim, la confusión, el desamor, me centraré en las parejas conflictivas: En lo que podría ser el Changminho y lo que pudo ser el Yoosu.


No diré más, espero que les guste <3

Hijo de la Luna: Capítulo 33

Capítulo 33.

“Conociendo el pasado. ¿Qué? ¿No era solo un sueño?”






— Ma… madre…


Apenas dijo esas palabras tanto Jaejoong como Kibum voltearon a ver con rapidez ¡NO PODÍA SER!


— Tanto tiempo sin verles, queridos.


No podía ser que su madre haya dejado su lugar tan importante, su adorado trabajo para venir hasta Corea a verles.


— ¿Cómo creen que no vendría a ver a mis tesoros importantes? Juré cuidarles, ese fue mi promesa.


Kibum ni si quiera esperó y corrió hasta ella para abrazarla.


— Omma… Omma… al fin volviste. —Dijo todo emocionado, haciendo reír a la bella mujer frente a ellos, Jaejoong estaba haciendo ya sus pucheros porque quería también abrazar a la bella mujer.

— Aigoo Jaejoong ah… no cambias esa linda manera de mirarme.

Kim Eli.


El mundo miró sorprendido hacia Park Yoochun  ¿Cómo sabía el nombre de aquella mujer?


— Realmente es Elisabeth, pero gracias, Park Yoochun. No le veo desde la cena en Viena con los inversionistas.


Changmin se acercó hasta su amigo de infancia para entender lo que sucedía, estaban pasando muchas cosas en ese momento, porque Park se había mostrado reticente a acercarse cuando vio irse a Junsu y ahora de la nada estaba mirando con sorpresa a la mujer frente a ellos, ho sí… tendría que hablar seriamente con Park.


— ¿Dónde está Junsu y el nuevo chico? —Preguntó la mujer mientras Kibum soltaba el abrazo.


Heechul sonrió algo incómodo… a su madre le gustaba verles juntos, saber que Junsu no estaba no le sería de gracia.


— Vamos… yo quiero conocer a mis nietos y a mis nueros. —Dijo con una presta sonrisa mientras miraba a ciertas personas. —Ustedes no saben cuánto he deseado conocer aquellos que se han atrevido a tocar a mis hijos. —Dijo.


Todos sintieron un escalofrío recorrer sus espaldas al momento de escuchar esas palabras, ahora entendían por qué los hermanos Kim se protegían tanto, lo habían aprendido de ella.


— Madre… no los asustes. —Pidió Heechul, tratando de no reírse de la cara de espanto de los chicos.

— Oh… Chulie… deja que me divierta. Además… tratan de quitarme a mis bebés. —Y nuevamente todos se quedaron sorprendidos al ver aquel puchero sobre los labios de la pelirroja.

— Pero si tú jamás podrás perdernos. Madre… nosotros no pudimos encontrar mejor mujer como madre, el destino te puso como la salvación de nuestras vidas.


Comentó Jaejoong… “La salvación nació como belleza, como la oda… como Dante describe a Beatriz, como la salvación, guiarnos desde aquel infierno que nuestras vidas eran, tendiste tu mano, nos trajiste de vuelta al paraíso.”


Kim Eli sonrió con presta gracia, antes de enmarcar el rostro de Jaejoong y besar su frente. Se alejó tan solo un poco para mirar a sus hijos.


— Siguen sin decirme dónde está Junsu.


Y la tensión volvió a los cuerpos de los hermanos Kim, les iría mal, muy mal…

Yoochun desde su lugar miraba todo sin creer, es que no podía ser cierto, no era ella la madre de esos chicos, además se notaba ¡DEMASIADO JOVEN PARA SER MADRE!


Flas back.

Rio un par de veces por aquellos chistes sin sentidos que tiraban uno que otro inversionista. La verdad es que le aburría ese tipo de reuniones, pero solamente porque esos hombres eran aburridos, aun así aguantó, y es que si quería surgir con su empresa tendría que hacerlo, tendría que aguantar.


- Noto tu poco agrado, pero si piensas que son monos educados encontraras la gracia a todo esto.


Yoochun parpadeó confundido, pues le estaban hablando en coreano. Volteó para saber a quién pertenecía esa voz femenina.


- Kim Eli, un gusto en conocerte, Park Yoocheon ssi. No creí que te volvería a ver en éste lugar.


El pelinegro volvió a mirarle confundido. ¿Qué dijo?


- Que no te sorprenda, porque no será la última, hay un lazo muy delgado de sentimientos e historias que harán que nos veamos reiteradas veces.

- Perdón, yo creo que se ha confundido.

- Oh no… — La mujer sonrió con firmeza. — Yo no olvido, no tengo esa capacidad, puedo morir, claro… pero todos mis recuerdos vuelven de vida en vida, porque prometí a mis hijos jamás olvidarles.


En un principio Yoochun sintió que esa mujer solo usaba metáforas para demostrar el amor por sus hijos, en especial porque para ella sus hijos eran su mejor virtud. Siempre que le preguntaban por sus hijos ella sonreía radiante. Aunque le sorprendió el escuchar lo mayores que eran esos “niños”

A Yoocheon, Eli le hacía gracia, era mujer divertida, digna de admiración, además tenía una voz de gran envidia, ella le había mostrado muchos lugares, había sido extraño, en ella encontró mucha familiaridad, como si le debiera algo…


— Espero que algún día entiendas que te mereces algo mucho mejor de lo que tienes, algún día tu corazón te lo pedirá.


En ese tiempo, aquellas palabras no tenían ningún sentido para él, pero ahora… cobraban un sentido muy enorme, y entonces miró hacia la puerta de embarque en donde se había ido Junsu.


Y tal vez ya era demasiado tarde.


*****


Casa Kim.


Si Shim y Park habían creído que en algún momento pudieran salvarse, estaba equivocados, porque en cuanto Kim Eli les vio caminar en una distinta dirección a ellos les llamó, haciéndoles notar que no podían en ir en otro camino.


     Ustedes creen que les dejaré. Minho también es mi hijo… —Changmin le miró avergonzado. —Por lo que Yoogeun es mi lindo nieto al igual que Dain y quienes vienen en camino.

     Omma… —Heecheol estaba avergonzado, por dios que su madre sí que sabía ponerle nervioso.

     Heecheol. No pretendas controlar lo que no está en tus manos. Y Park, tendrá que acompañarnos, aunque nuestra conversación será ya entrada la noche.


Había muchas cosas que esos misteriosos resguardaban, tantas que era difícil entender para el resto, los hermanos Kim solo habían logrado suspirar, ese día iba a ser muy largo y lleno de escusas.


—Kim Heecheol, tú primero. Joongie, cariño… Llevo tiempo sin comer comida Coreana, hazle el favor a tu madre y cocina para todos. Estoy segura que el resto te ayudará. Kibummie, ve a descansar, puedo ver lo mal que te estás sintiendo y lo nervioso que estás poniendo a tu novio.


Shim Changmin, Yoocheon, Yunho y Siwon miraban algo ajenos todo, el cómo esa mujer movía las cosas, entendían bien en ese momento el comportamiento tan inusual en los hermanos Kim.


     Tú no pareces extrañado. —Musitó Changmin a Jonghyun cuando éste salía con vaso con agua para su novio.

     La conozco desde niño,  en el orfanato, ella me presentó a mis padres. —Dijo con toda tranquilidad. Changmin le miró sorprendido, no sabía que Jonghyun era adoptado. —Con Kibummie nos conocimos desde toda la vida en el orfanato, junto con los demás, menos a Junsu ssi, a él lo conocí en la ida a Japón que tuve con mis padre y la familia Kim.

     ¿Qué? ¿Orfanato? ¿No son hermanos de sangre? —Preguntó Park realmente interesado en la historia.

     Heechul y Jaejoong lo son. Kibum y Junsu no son hermanos de sangre. —Comentó esta vez Yunho quien se puso tras Jonghyun y le apretó los hombros. —Sabes cómo se pondrá Key si no vas rápido con él.


Jonghyun hizo una mueca de pánico y corrió a su habitación, lo que hizo que el resto de los chicos rieran divertidos.


     ¿Tan serio es Kibum? —Preguntó Park a Shim, éste le miró con diversión antes de asentir efusivamente.

     Bueno chicos… ¿Necesitan saber algo? —Preguntó Yunho mientras se arreglaba el cabello.

     ¿Tendremos respuestas? —Preguntó con curiosidad Siwon.

     Muchas, entren conmigo a la cocina y ayudemos a Jaejoong.


Changmin saltó como resorte, porque estar en la cocina mientras su hyung cocinaba significaba comida rápida a su paladar y estómago.

Jaejoong se movía de un lado a otro por la cocina cuando el resto de los desocupados entraban a ésta. Les sonrió apenas y les dio una tarea a cada uno para poder sacar la comida rápido, además debían ir luego a buscar a su pequeña, que estaría feliz de al fin ver a su abuela en persona.


— Cuando apenas tenía dos años fui dejado en un orfanato junto con Heechul, él ya tenía unos tres años, puedo recordar borrosamente el rostro de una mujer que lloraba mientras nos dejaba, nos pedía perdón una y otra vez, luego miraba a mi madre y le pedía su ayuda. No sé en qué momento esa mujer se fue, no recuerdo haber llorado ni pedido que se quedara, de hecho solo recuerdo que era mujer, no sentía ningún lazo por ella que me hiciera pensar que debía seguirla, al contrario de cuando omma tomó nuestras manos y dijo que desde ese día ella nos cuidaría, al tiempo después llegamos a una casa muy linda, acogedora, con un diseño muy típico.


Todos se habían quedado en silencio cuando el relato de Jaejoong comenzó, a pesar de sus palabras mostraba tanta tranquilidad, y un cariño grande cuando hablaba de Kim Eli.


—Ella nos aceptó en su casa, y nos trató como sus hijos. Dijo que la Luna había querido que ella nos cuidara y nos diera todo su amor. Es una linda historia cuando eres niño, te hace sentir especial, y hasta el día de hoy creo que la Luna nos mandó con mamá. Ella nos enseñó de todos, nos dio todo un futuro y muchos hermanos, como cuando conocí a Kibum, él no hablaba y siempre estaba en silencio, luego con el tiempo lo vimos sonreír solo para mamá y Jonghyun, fue difícil hacer que nos reconociera a Heecheol y a mí como sus hermanos, aunque cuando lo hizo no se nos despegaba, era adorable.


Park le miró extrañado, porque de la nada Jaejoong se quedó en silencia y no quiso seguir hablando, pero… ¿Y Junsu?


— ¿Y Junsu? —La pregunta salió con rapidez de sus labios, Jaejoong le miró un instante antes de negar con la cabeza.

—No puedo darte esa información, Junsu es una persona enigmática, aun para nosotros, su cuerpo es débil por ayudar a otros, aunque… no hay nadie mejor que él, aun si es terco, y cuando digo que lo es, lo es… Pero su corazón es puro, sería difícil corromperle


Difícil corromperle… esas palabras torturaron la cabeza de Yoocheon, eso… dios, esperaba que fuese de verdad y rogaba porque no fuese débil, rogaba no haber dañado el corazón de Junsu.


—Él siempre está ahí, aun cuando le duele. Lo único malo de Junsu, es que nunca sabes qué pasa en su interior, él puede estar sufriendo mucho, pero no dirá nada… En los únicos momentos en el que se muestra débil es cuando su cuerpo no resiste y cae en cama, ahí… parece un pequeño en busca de refugio…


Jaejoong mostraba una mirada triste al decir aquellas palabras, Junsu era todo un enigma, pero lo que quería, lo quería mucho, y tenía tanto miedo de perderle, le aterraba saber que podría perderle con el paso del tiempo. Era al único a quien no le hicieron la promesa, y su corazón tiritaba cada vez que pensaba en eso, porque no podía perder a su hermano.


—Joongie… —Al escuchar ese susurró volvió en sí, miró a su esposo, este tenía la preocupación marcada en su rostro por lo que sonrió con sutileza y siguió haciendo lo debido.

—Mi familia es un misterio, aun para nosotros mismos, pero nuestra madre nos mantiene con vida, ella es nuestro tesoro, nos ayudó a tener todo lo que tenemos, y nos dejó conocer a quienes debíamos conocer. –Llevó su mirada a su esposo. —Estoy agradecida de ella, porque tengo una hermosa familia, y no solo lo digo por mis hermanos sino por Yunho y Dain.


Yunho no había evitado sonreír, esas palabras eran tan lindas, amaba a ese hombre frente a él, desde el primer momento se había prendado de ese enigmático hombre, aunque si en su momento no hizo las cosas bien…


Flash Back.


Venía recién de estar en las prácticas del equipo de futbol, habían estado realmente duras, masajeó su cuerpo justo cuando iba de camino a las duchas, de los últimos, como siempre, ser capitán del equipo era exigente, vio a todos sus compañeros de equipo salir ya bañados y vestidos para irse, se despidió de ellos con un movimiento de manos.

Tomó su ducha rápido, y es que de repente las ganas de ver su cama se hicieron enormes, se vistió con rapidez y  salió de los camerinos. En lo que caminaba su paso se entorpeció en lo que vio a cierta figura, a duras penas, piel blanca, cabello negro, ojos rasgados y profundos como los de un leopardo. ¿Quién era ese chico? Paró su paso, viendo como esa figura comenzaba a darle la espalda con esa caminar agraciado y tan masculina pero igual de sutil. Le vio tomando un móvil entre sus manos dando una sonrisa al escuchar la voz tras el aparato y su corazón se aceleró al escucharla… tanto, fue demasiado, porque nunca se había sentido así, llevó su diestra hasta su pecho, sintiendo sus latidos.


-          ¡Hyung! ¿Dónde estás?


Yunho le miró con sorpresa, ese chico de ahí era coreano, al igual que él. ¿Con quién estaría hablando? Y sonreía… hermoso, precioso… ese de ahí era un ángel. Sin precedente comenzó a acercarse, sin darse cuenta, sus pasos eran inconscientes, él solo quería tocar a ese chico frente a sus ojos.

Y luego escuchó aquel nombre.


-Ok, Heechul, hyung. –Le vio responder con un tierno puchero sobre sus labios y a mismo se dio cuenta que deseaba esos labios, sin reparo… los quería solo para él.


Luego se preguntó qué era lo que estaba pensando, ni si quiera conocía a ese chico, era primera vez que lo veía, era imposible que tantos sentimientos se vertieran en él tan rápido como en una sola vista.

Cuando miró nuevamente en dirección a ese bello chico éste estaba de frente a él, mirándole sorprendido. ¿Por qué? Y Yunho se vio queriendo saber muchas cosas, en especial el “por qué” de ese hermoso sonrojo que azotó esas pálidas mejillas.


-Yun… -Y las palabras dejaron de brotar de esos labios. Yunho parpadeó confundido ¿A caso ese chico conocía su nombre?


Y trató de acercarse, viendo cómo el ajeno daba un paso hacia atrás, le vio guardar su móvil antes de dar la vuelta y correr lejos de él, entonces Yunho vio que sería fácil correr y atraparlo, pero sus piernas no respondieron, no quisieron seguir su impulso de correr tras ese pelinegro, miró a su alrededor ¿Qué mierda le pasaba?


Y hubiese deseado que todo quedase en eso, en una vista fortuita y no volver a ver ese chico, pero la realidad fue distinta, en especial cuando le vio entrar a su salón a la hora de almuerzo, usando el uniforme de la escuela, con su cabello negro y esos labios demasiado rojos y besables. ¡Mierda!

Pero el tema estaba era otro, lo que importaba es que ese chico estudiaba en su escuela y en ese momento entraba a su salón. Le vio mirar de un lado a otro, parecía buscar alguien, después una sonrisa iluminó su rostro antes de entra decidido al salón.


-Hyung~ -La voz de ese chico le encandilo, y quedó helado cuando le vio caminar en su dirección, el calor en sus mejillas lo golpearon, y una sensación de mariposas le embargó por completo ¿Es que ese chico se acercaba a él?


Pero la desilusión  le golpeó cuando no fue a él a quien abrazó, sino que al estrambótico de la clase, de cara sonriente, sin reparó… es que vio esos labios tan besable topar con la frente de su compañero y hasta ese momento mejor amigo.


-Jiji… -Pero escuchó una voz apagada, y miró a su amigo, vio un puchero en sus labios y a su ángel acariciando su rostro.

-Hyung… no debiste venir, con Su te lo dijimos. Ahora mira cómo estás.

-Heechul… -Y él no pudo más que acercarse, porque de repente se sintió el peor amigo, por un momento pensó en odiar a su estrambótico amigo, pero luego de ver el estado en el que estaba. - ¿Qué te duele?


La sonrisa algo forzada de su amigo se hizo visible, y no por la incomodidad de su presencia, sino por lo mal que se iba sintiendo.


-Hyung… trata de comer un poco, te hará bien. Anda, te traje tu almuerzo. –Vio a Heechul negando todo pucheroso, pero luego un ceño algo fruncido surcó el bello rostro de su ángel al cual Heechol había llamado Jiji.

-Hazle caso, te ves muy débil. –Y luego tuvo la mirada algo nerviosa por parte de ese pelinegro.


Entonces todo fue extraño, porque ese chico sacó unas cuantas cajitas de comida, y Yunho lo miró sorprendido porque se sentó frente a su amigo, y le dio comida en la boca, ahí fue que Jung sintió por primera vez los celos. Porque ese pelinegro, apenas y reparaba en su presencia, lo que era molesto.


….

….

….



-¿Tu hermano menor? –Preguntó desconcertado.


Heecheol enarcó una ceja sin entender esas palabras, en especial esa encarada que le dio Yunho cuando un chico le invitó a salir y pues como siempre había aceptado la salida.


-¿Qué sucede contigo, Yunnie? –Preguntó con el entrecejo fruncid. –Tú nunca me habías hablado así de feo, así que comienza a soltarla de una vez.


Las mejillas de Yunho se azoraron por completo, y bajó la mirada, porque le había gritado a su amigo que era un descarado por pretender engañar a cierto pelinegro, luego su amigo le miró sin entender y entre grito y grito al final terminó diciéndole que el chico de la otra vez era su lindo hermanito menor.


-¿No obtendré respuesta? –Preguntó nuevamente Heechul, a lo que Yunho solo bajó la cabeza, más avergonzado porque era simplemente un idiota. Es que ¡Dios! De solo pensar en que ese chico podría sufrir un desamor no le agradaba, no quería pensar en ese rostro cruzado por la línea de la tristeza.


Jaejoong…


Jaejoong…


Había ocupado todos sus pensamientos de la nada, como si de pronto encontrase a su otra mitad y él se sintiera el hombre más dichoso con solo verlo.


-Ten cuidado, Jung Yunho… Jaejoong es mi persona importante.


Y esas palabras sorprendieron a Yunho, porque la voz de Heechul no era melosa como siempre, al contrario, era dura, parca, como si de pronto viera en Yunho una amenaza.



Y tal vez estaba en cierto punto en lo cierto, solo tal vez.