– Capítulo 34
“Tal vez no
lo sepas, pero nuestra historia fue, es y será. No lo olvides jamás (Pate 1)”
No podía decirlo. Jaejoong no podía describir
lo que su pecho sintió al verle ahí, al causante de sus más hermosos sueños
como de sus pesadillas. Pero ¿Qué hacía ahí? ¡SE SUPONE QUE NO DEBIAN VERSE
AUN!
Pero tenerle ahí, y querer hablar con él,
querer conocer a ese Yunho que le miraba fijamente, solo a él… como antes, solo
a él.
Quiso correr a sus brazos, decirle su nombre,
contarle que estaban destinados a amarse por siempre… pero no debía hacer
aquello, debía frenarse, frenar cualquier instinto… porque hay cosas el tiempo
cambia, y ese chico de ahí, podría ser el futuro de su amor, pero no quería
decir que tenían un futuro ya predestinado a un amor juntos, fuerte y por mucho
tiempo.
Y lo mejor que pudo hacer fue correr, no
quería que nada se arruinara, si debían conocerse en ese momento, el destino se
los haría saber.
*****
Y el destino fue cruel, porque pocos días ahí
estaba, al lado de su persona, hablando muy confiado con su hermano ¿Es que
acaso Heechul conocía a Yunho? ¡DIOS! Respiró hondo, emocionado por aquello,
las vueltas de la vida le gritaban en la cara cuán destinado estaba él con
Yunho.
—
¿Eh?
—
No te hagas
el tonto Jaejoong. ¿Por qué esas actitud tan de niña con Yunho?
Jaejoong bajó la cabeza, y es que su hermano
era tan insensible cuando se lo proponían.
—
Él es… esa
persona, Heechul.
—
¿Qué? Debe
ser una broma, Jaejoong ah.
Jaejoong volteó ver ese rostro preocupado de
su hermano. ¿Qué trataba de decirle con esa mirada?
—
¿Por qué?
—
Yunnie está
comprometido, él se casará cuando se gradúe, Joongie.
Entonces un balde de agua fría cayó sobre su
ser, por completo, dejando cada parte de él helado.
—
¿Cómo?
*****
Yunho estaba por ir a las duchas, luego de toda una tarde de
práctica frustrada, lo único que deseaba era patear algo e irse a la casa. ¿Por
qué? Oh… bueno, pues relata.
Durante unas pocas semanas había tenido una
especie de conexión que Jaejoong, pues se miraban, se sonreían, ese chico se
sonrojaba para él, le saludaba con una hermosa sonrisa casi infantil, le
miraba… ¡LE MIRABA! Pero hace pocos días todo se volvió raro, Kim no le miraba,
le rehuía, y si debía saludarle solo se limitaba a un asentimiento de cabeza,
ya no estaba esa hermosa sonrisa para él, y quería golpear cualquier cosa en su
camino porque si no terminaría gritándole a ese hermoso ángel reprochando lo
desconsiderado que era con su pobre corazón. Jung Yunho se vio entonces
necesitado de esas miradas que se dedicaran, de esas sonrisas… de esos
sonrojos. Y de pronto le vio cerca de los vestidores cuando él ya se hubiese
bañado, no había nadie más cerca, entonces se dio cuenta que era la oportunidad
perfecta para acercarse.
—
Tú.
Jaejoong paró en seco, con el corazón
golpeando su pecho, pues de la nada se vio acorralado por un molesto Yunho, con
las manos de ese moreno a cada lado de su rostro, quitando toda posibilidad de
huida.
—
¿Qué haces?
La voz de Jaejoong salió, un tanto
desconcertada, no tan nervioso como realmente se sentía. Esos ojos parecían
leerle el alma y eso era tan nuevo en ese momento.
Simplemente Yunho y él estaban conectados, no
había modo de negar aquello. Entonces… ¿Por qué ese Yunho estaba comprometido?
—
¿Qué hago?
La voz de Yunho era ronca, casi seductora,
Jaejoong desvió su mirada, no quería seguir viendo ese rostro, porque ¡DIOS!
Ese chico frente a él era tan guapo, esos labios perfectos, gruesos y adornados
por un sexy lunar que te invitaban a explorarlos y encontrar miles de maneras
para besarlos. Esos ojos eran hipnotizadores, podía caer en una mala treta si
cedía ante ellos.
La conexión entre ambos estaba ahí, se podía
palpar con la mano, pero era mucho más fuerte que cualquier cosa que Jaejoong
pudo haber conocido, se sentía correcto, como si el calor, la cercanía, el
aroma, y todos los etcéteras de Yunho estuvieran siendo correctos.
—
Creo que fui
claro… ¿Qué haces?
—
Preguntó esta vez queriendo quitar las dudas
de las acciones del mayor, necesitaba saber si Yunho sentía lo mismo que él.
Algo inexplicable.
—
Me has
estado evitando. ¿Por qué?
Jaejoong le miró confundido, o sea, realmente
sabe que ha ignorado a Yunho, ciertamente lo estaba haciendo apropósito, porque
si admitía un gesto más allá de lo amable no habría vuelta atrás para su
corazón…
Y estaba totalmente asustado.
– No sé de lo que hablas. –Aquella era una burda mentira.
—
Sabes bien
de lo que hablo, no te hagas el que no sabe.
—
Pues no lo
sé, y si me disculpas, debo retirarme, tengo cosas realmente importantes que
hacer.
El menor
miró el brazo derecho de Yunho, tratando de mostrar con ese gesto que sería
bueno que quitara su mano para poder irse de ahí rápidamente.
— Pues que lástima, nos quedaremos así hasta
que me lo digas. Y créeme…
Jaejoong vio el rostro de Yunho acercándose
al propio, pero desviándose tan solo un poco hasta su oreja.
— No me molesta estar así contigo, entre mis
brazos.
****
Kim Heechul admitía que el acoso de Yunho
para con su hermano, le molestaba e inquietaba, aunque asumía realmente que
eran esos celos de hermano que siempre iban a estar en él. Además sabía, por
Jaejoong, que el Yunho de anteaño nunca fue cruel con su persona, al menos,
siempre buscó defenderle de algún modo, aun acosta de su propia felicidad.
–Si le hace algo malo a mi JJ lo mataré.
El pelirrojo formó un sutil puchero sobre sus
labios antes de sentarse en la puerta de los vestidores velando porque nadie
entrase y los interrumpiera.
–Bueno hermanito, te toca ser sincero.
****
Como lo había dicho antes la
mujer, ella y Heecheol entraron a uno de los cuartos de estudios de la casa de
Jaejoong y Yunho. Estaban sentados, ambos conversaban.
– – El hombre que estaba a tu lado es Siwon.
¿Verdad? –Heechul llevó su mirada
hasta su madre, sin entender por qué le preguntaba algo que ya sabía. –Que ya
lo sepa no quita de cuenta que me quiera sentir como una madre normal a la cual
le cuentes tus cosas.
– – Eres tan rara, omma. –El menor terminó por
sonreír a las palabras de la mujer para luego ponerse serios. –He podido entender bien tus palabras de
que esto va mucho más allá de un amor de anteaños, es un lazo realmente fuerte,
no creo que otras personas puedan sentir una relación de éste modo.
– – Ciertamente hasta para mí es difícil de
explicar, querido. El destino se mueve de una manera extraña, y trae a mis
manos a quienes necesitan de mí. Ustedes son los primeros. Pero así como están
ustedes ha habido ya otros.
– – Lo sé.
– – Pero estoy agradecida porque la Luna dio para
ellos un hogar, solo me han pedido que sepa guiarles.
– – ¿Has encontrado a otro?
– – Lo hay, aparte de Choi Minho, hay otro chico…
Kim Eli se levantó de su lugar,
con paso elegante caminó hasta el ventanal de esa habitación, su mirada se fijó
el patio, era idéntico al de la casa en Japón.
– – Las cosas no serán fáciles para ustedes, pero
ya superaron lo peor, lo que viene ahora es solo confiar y no soltar su mano.
Pero seré una buena madre y jamás les dejare solos. Querido… Ve a buscar a
Siwon.
Heechul asintió y con rapidez fue en busca de Siwon a la
cocina, éste le miró extrañado, pero cuando entendió hacia dónde iban se
paralizó.
– – Hee… ¿Estás seguro?
El pelirrojo volteó a verle, con
una sonrisa de medio lado.
– – ¿Te da miedo conocer a tu suegra, Siwi?
Y esas pocas palabras bastaron
para que Sion frunciera un poco el ceño y negase.
Heechul en verdad reconocía
la valía de Siwon, podía entender se miedo, porque conocería
a su “suegra” ya conocer a sus hermanos era como
infarto, se ponía en su lugar… y por eso mismo es que aferró
su mano a la ajena demostrando así su apoyo y de que no estaba solo en esto.
Eran ambos.
******
Tokio, Japón.
Hogar Kim.
Habían llegado casi como por el
medio día a la casa de Japón. Yoogeun dormía en los brazos de Minho en lo que
Junsu se había propuesto cargar con las maletas que traían encima, gran error, porque
ahora su espalda dolía a horrores.
– – Hyung… ¿Quieres que pida algo para comer?
Junsu le miró, estirado como saco
de papa desde el sillón del salón y asintió.
- – Quiero papas, amburguesa y jugo.
Pidió, haciendo un leve puchero,
estaba horriblemente antojado de comida, y suponía que se trataba de que en
Korea realmente, luego de terminar con Yoocheon no había estado comiendo bien,
pero ya estando en Japón el apetito había vuelto.
– – Aigoo hyung…. Bueno, igual tengo hambre.
Minho sonrió con sutileza, al
menos que su hyung tuviera apetito era un buen signo, había sido horriblemente
difícil obligarle a comer cuando estuvieran en corea. Suponía entonces que el
estar lejos de Yoocheon le estaba haciendo mejor.
Aunque Minho desconocía una de
las realidades, el que Yoochun y Junsu no tuvieran aquella promesa no
significaba más que el hecho de tener que dar la vida por el otro.
Junsu cerró sus ojos y soltó un
suspiro, extrañamente comenzaba a sentirse cansado.
****
– Ohs… ¡Ya deja que salga! No deseo hablar
contigo.
Yunho quiso reír al ver esa mueca exasperada
que el pelinegro ponía por no poder salir de donde estaba: entre los brazos de
Jung Yunho.
– Ya dije que no tengo ni una intención de
soltarte.
– ¿Por qué haces esto?
La voz de Jaejoong sonó baja, esperando a
tener alguna respuesta apropiada de Yunho, algo que le hiciera entender por qué
debían hablar, quería hacerse realmente a la idea que esa conexión no existía,
mentirse, que Yunho le mintiera, o algo porque simplemente no estaba soportando
la idea de un Yunho casado, de un Yunho en manos de otra persona… de un Yunho
lejos de su persona.
– Me gustas.
Jaejoong levantó su mirada con rapidez,
queriendo buscar la verdad en los ojos ajenos, buscando la mentira oculta en
esas palabras.
Pero no encontró aquello, solo se encontró
con par de ojos que le miraban con cariño, con un par de ojos sinceros.
–No me hagas esto.
–Tú no me hagas esto a mí, no soporto tu
trato frío. De verdad que no puedo con el.
“Creí que teníamos una conexión”
Y esas palabras fueron suficientes para que
Jaejoong se rindiera, para que pasara sus brazos alrededor del cuello de Yunho
y buscara sus labios, esos mismos labios que no dudaron en recibirle con cariño
en un primer beso.
De ese modo fue suficiente para Yunho, él
jamás podría dejar de Jaejoong, porque no importaba nada, solo lo deseaba a él,
porque su corazón reconoció quién era su dueño.
Las brazos de Yunho rodearon la delgada
cintura de Jaejoong, atrayéndole a su cuerpo de manera posesiva, sin darle paso
a que se alejara. Porque desde ese momento Kim Jaejoong sería solo de él y
nadie los iba a alejar.
****
Seul, Korea.
Casa Jung-Kim.
Siwon tragó duro cuando se vio
sentado frente a la madre de Heechul, estaba horriblemente nervioso, y es que
sentía esa necesidad de explicar no sabe qué cosa, pero era como si esa mujer
lo supiera todo sobre él y todo lo que había hecho.
–Omma, lo estás poniendo
nervioso.
La mujer sonrió por las palabras
de su hijo y volvió su mirada a Siwon.
–Es como tú lo estás pensando, yo
lo sé todo. Sé quien eres lo que hacecs, y lo que has hecho.
Siwon la miró espantado porque no
tenía idea de cómo tomarse esas palabras dichas por la mujer de ese modo, la
observó atento, viendo como tomaba una taza de té y la llevaba hasta sus
propios labios para beber de ella. Vio la elegancia propia de una dama en cada
gesto que hizo, esa mujer frente a su persona no era cualquiera.
–Sé muchas cosas, más de las que
crees. Pero yo no juzgo a nadie, ni interfiero mucho porque es la vida de
ambos, es tú vida y debes aprender muchas cosas en ella. Esto es el comienzo y
ambos lo saben.
Siwon bajó la cabeza, había
escuchado las palabras de la mujer, al principio no comprendía sus palabras
pero luego todo tomó sentido: Hablaba de su familia.
–Sé que ambos lo saben. Sé que
ambos tienen en mente lo que tu familia dirá. Pero Siwon… es hora de que ellos
aprendan una lección. Una lección de vida que no aprendieron con Minho.
–Omma…
La mujer llevó su mirada hasta
Heechul, le contempló un momento, era el mayor de sus hijos y sabía de sobra
que ellos dos se iban a quedar juntos, sea como sea ambos tomarían la fuerza de
su relación y nadie les pararía.
–Cuentan con todo mi apoyo. Con
todo mi apoyo y el apoyo de mis empresas, Siwon.
Cuando Siwon escuchó esas
palabras le miró extrañado, no había entendido esas palabras.
–Los feos de mis hijos no
quisieron heredar mis empresas, dijeron que se ganarían sus puestos con esfuerzo y me lo demostrarían. Y Heechul se
hizo médico.
Siwon volvió su mirada hasta su
chico, esperando que le explicara lo que esa mujer trataba de decir.
–Con los años de nuestra madre y
las inversiones que ha logrado con el paso de la historia se ha vuelto en una
mujer de gran renombre con empresas por todo el mundo e inversiones.
Ciertamente lo sabemos muy bien, pero madre nos ha mostrado una vida feliz sin
lujos innecesarios y aprendiendo a trabajar, es por eso mismo que le hemos
querido mostrarles a sus inversionistas que no seremos cualquier CEO, no quiero
volverme cualquier director de hospital, quiero ganarme ese puesto.
–Estoy impresionado. Enserio…
Pero.
Siwon tomó las manos de Heechul
entre las propias, contemplando un momento éstas.
–Quiero que ellos entiendan con
mis palabras, con mis actos. Si no lo comprenden, será lamentable. Yo amo a mis
padres, pero… Como dijo Heechul, algún día ellos no estarán, y no quiero vivir
arrepintiéndome.
– – No importa cómo lo mires, Siwon.
Con mi ayuda o sin mi ayuda. Todo será difícil.El hombre que estaba a tu lado es Siwon.
¿Verdad? –Heechul llevó su mirada
hasta su madre, sin entender por qué le preguntaba algo que ya sabía. –Que ya
lo sepa no quita de cuenta que me quiera sentir como una madre normal a la cual
le cuentes tus cosas.
– – Eres tan rara, omma. –El menor terminó por
sonreír a las palabras de la mujer para luego ponerse serios. –He podido entender bien tus palabras de
que esto va mucho más allá de un amor de anteaños, es un lazo realmente fuerte,
no creo que otras personas puedan sentir una relación de éste modo.
– – Ciertamente hasta para mí es difícil de
explicar, querido. El destino se mueve de una manera extraña, y trae a mis
manos a quienes necesitan de mí. Ustedes son los primeros. Pero así como están
ustedes ha habido ya otros.
– – Lo sé.
– – Pero estoy agradecida porque la Luna dio para
ellos un hogar, solo me han pedido que sepa guiarles.
– – ¿Has encontrado a otro?
– – Lo hay, aparte de Choi Minho, hay otro chico…
Kim Eli se levantó de su lugar,
con paso elegante caminó hasta el ventanal de esa habitación, su mirada se fijó
el patio, era idéntico al de la casa en Japón.
– – Las cosas no serán fáciles para ustedes, pero
ya superaron lo peor, lo que viene ahora es solo confiar y no soltar su mano.
Pero seré una buena madre y jamás les dejare solos. Querido… Ve a buscar a
Siwon.
Heechul asintió y con rapidez fue en busca de Siwon a la
cocina, éste le miró extrañado, pero cuando entendió hacia dónde iban se
paralizó.
– – Hee… ¿Estás seguro?
El pelirrojo volteó a verle, con
una sonrisa de medio lado.
– – ¿Te da miedo conocer a tu suegra, Siwi?
Y esas pocas palabras bastaron
para que Siwon frunciera un poco el ceño y negase.
Heechul en verdad reconocía
la valía de Siwon, podía entender se miedo, porque conocería
a su “suegra” ya conocer a sus hermanos era como
infarto, se ponía en su lugar… y por eso mismo es que aferró
su mano a la ajena demostrando así su apoyo y de que no estaba solo en esto.
Eran ambos.
******
Tokio, Japón.
Hogar Kim.
Habían llegado casi como por el
medio día a la casa de Japón. Yoogeun dormía en los brazos de Minho en lo que
Junsu se había propuesto cargar con las maletas que traían encima, gran error, porque
ahora su espalda dolía a horrores.
– – Hyung… ¿Quieres que pida algo para comer?
Junsu le miró, estirado como saco
de papa desde el sillón del salón y asintió.
- – Quiero papas, amburguesa y jugo.
Pidió, haciendo un leve puchero,
estaba horriblemente antojado de comida, y suponía que se trataba de que en
Korea realmente, luego de terminar con Yoocheon no había estado comiendo bien,
pero ya estando en Japón el apetito había vuelto.
– – Aigoo hyung…. Bueno, igual tengo hambre.
Minho sonrió con sutileza, al
menos que su hyung tuviera apetito era un buen signo, había sido horriblemente
difícil obligarle a comer cuando estuvieran en corea. Suponía entonces que el
estar lejos de Yoocheon le estaba haciendo mejor.
Aunque Minho desconocía una de
las realidades, el que Yoochun y Junsu no tuvieran aquella promesa no
significaba más que el hecho de tener que dar la vida por el otro.
Junsu cerró sus ojos y soltó un
suspiro, extrañamente comenzaba a sentirse cansado.
****
-Ohs… ¡Ya deja que salga! No deseo hablar
contigo.
Yunho quiso reír al ver esa mueca exasperada
que el pelinegro ponía por no poder salir de donde estaba: entre los brazos de
Jung Yunho.
-Ya dije que no tengo ni una intención de
soltarte.
–¿Por qué haces esto?
La voz de Jaejoong sonó baja, esperando a
tener alguna respuesta apropiada de Yunho, algo que le hiciera entender por qué
debían hablar, quería hacerse realmente a la idea que esa conexión no existía,
mentirse, que Yunho le mintiera, o algo porque simplemente no estaba soportando
la idea de un Yunho casado, de un Yunho en manos de otra persona… de un Yunho
lejos de su persona.
–Me gustas.
Jaejoong levantó su mirada con rapidez,
queriendo buscar la verdad en los ojos ajenos, buscando la mentira oculta en
esas palabras.
Pero no encontró aquello, solo se encontró
con par de ojos que le miraban con cariño, con un par de ojos sinceros.
–No me hagas esto.
–Tú no me hagas esto a mí, no soporto tu
trato frío. De verdad que no puedo con el.
“Creí que teníamos una conexión”
Y esas palabras fueron suficientes para que
Jaejoong se rindiera, para que pasara sus brazos alrededor del cuello de Yunho
y buscara sus labios, esos mismos labios que no dudaron en recibirle con cariño
en un primer beso.
De ese modo fue suficiente para Yunho, él
jamás podría dejar de Jaejoong, porque no importaba nada, solo lo deseaba a él,
porque su corazón reconoció quién era su dueño.
Las brazos de Yunho rodearon la delgada
cintura de Jaejoong, atrayéndole a su cuerpo de manera posesiva, sin darle paso
a que se alejara. Porque desde ese momento Kim Jaejoong sería solo de él y
nadie los iba a alejar.
****
Seul, Korea.
Casa Jung-Kim.
Siwon tragó duro cuando se vio
sentado frente a la madre de Heechul, estaba horriblemente nervioso, y es que
sentía esa necesidad de explicar no sabe qué cosa, pero era como si esa mujer
lo supiera todo sobre él y todo lo que había hecho.
–Omma, lo estás poniendo
nervioso.
La mujer sonrió por las palabras
de su hijo y volvió su mirada a Siwon.
–Es como tú lo estás pensando, yo
lo sé todo. Sé quien eres lo que hacecs, y lo que has hecho.
Siwon la miró espantado porque no
tenía idea de cómo tomarse esas palabras dichas por la mujer de ese modo, la
observó atento, viendo como tomaba una taza de té y la llevaba hasta sus
propios labios para beber de ella. Vio la elegancia propia de una dama en cada
gesto que hizo, esa mujer frente a su persona no era cualquiera.
–Sé muchas cosas, más de las que
crees. Pero yo no juzgo a nadie, ni interfiero mucho porque es la vida de
ambos, es tú vida y debes aprender muchas cosas en ella. Esto es el comienzo y
ambos lo saben.
Siwon bajó la cabeza, había
escuchado las palabras de la mujer, al principio no comprendía sus palabras
pero luego todo tomó sentido: Hablaba de su familia.
–Sé que ambos lo saben. Sé que
ambos tienen en mente lo que tu familia dirá. Pero Siwon… es hora de que ellos
aprendan una lección. Una lección de vida que no aprendieron con Minho.
–Omma…
La mujer llevó su mirada hasta
Heechul, le contempló un momento, era el mayor de sus hijos y sabía de sobra
que ellos dos se iban a quedar juntos, sea como sea ambos tomarían la fuerza de
su relación y nadie les pararía.
–Cuentan con todo mi apoyo. Con
todo mi apoyo y el apoyo de mis empresas, Siwon.
Cuando Siwon escuchó esas
palabras le miró extrañado, no había entendido esas palabras.
–Los feos de mis hijos no
quisieron heredar mis empresas, dijeron que se ganarían sus puestos con esfuerzo y me lo demostrarían. Y Heechul se
hizo médico.
Siwon volvió su mirada hasta su
chico, esperando que le explicara lo que esa mujer trataba de decir.
–Con los años de nuestra madre y
las inversiones que ha logrado con el paso de la historia se ha vuelto en una
mujer de gran renombre con empresas por todo el mundo e inversiones.
Ciertamente lo sabemos muy bien, pero madre nos ha mostrado una vida feliz sin
lujos innecesarios y aprendiendo a trabajar, es por eso mismo que le hemos
querido mostrarles a sus inversionistas que no seremos cualquier CEO, no quiero
volverme cualquier director de hospital, quiero ganarme ese puesto.
–Estoy impresionado. Enserio…
Pero.
Siwon tomó las manos de Heechul
entre las propias, contemplando un momento éstas.
–Quiero que ellos entiendan con
mis palabras, con mis actos. Si no lo comprenden, será lamentable. Yo amo a mis
padres, pero… Como dijo Heechul, algún día ellos no estarán, y no quiero vivir
arrepintiéndome.
–No importa cómo lo mires, Siwon.
Con mi ayuda o sin mi ayuda. Todo será difícil.
(Continuará...)
Una pregunta, porque se repitio parte del texto? esta interesante pero siento que falto partes... Gracias por actualizar.
ResponderEliminarPorque recién me percaté de ese error xd
Eliminarotimo! espero asiosamente o proximo capitulo.Eu ja li muitas e muitas vezes esse fanfic estou muito feliz por ter postado esse capitulo. :) :) :)
ResponderEliminarHola, el proximo capitulo ya está listo, ahora debo arreglar éste, pero lo haré cuando vuelva a mi país, porque desde aquí no puedo abrir la cuenta xd
EliminarEstuve esperandolo... Aunq es la primera vez q comento... Bueno no imxta eso pero 😱 😱 esta super interesante... Y gracias x la actu
ResponderEliminarHola! He leído este fic completo tres veces ;-; ¿cuando actualizaras? Ya hace falta :c
ResponderEliminarY se repitió lo que Escribías...
Hola <3 sigo rezando para que algún día actualices esta historia 😭
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