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sábado, 28 de diciembre de 2013

Príncipes de la música: Capítulo 1

Capítulo 1: 

“Conociendo al príncipe del teclado”


La verdad es que nunca estuvo en busca de una persona de la cual enamorarse ni tener una relación, simplemente pensaba que de llegar alguien llegaría sin que le buscase, que sería espontaneo.

Suspiró caminando hacia la facultad, en la mañana Jaejoong le había invitado a una fiesta, prometiéndole que no se iba a aburrir que al contrario iba a disfrutar de buena platicas y esas cosas, una junta de amigos más que fiesta.


- Amigos… -Musitó para sí mismo. Caminó a paso lento hasta su salón, iba absorto en sus pensamientos hasta que el sonido de un piano siendo tocado le quitó de su ensoñación. - ¿Quién toca…? –Aceleró su paso y se encaminó hasta el salón de música, y ahí le vio, con los ojos cerrados deslizando sus dedos por las teclas del piano. –Wou…


Se quedó, inmóvil, escuchando cada nota que tocó ese chico de cabellos negros, disfrutando de la melodía que era tocada.


- Muy bien, Yoochun. Haz mejorado.

Junsu se escondió apenas y escuchó la voz del maestro de música, se suponía que él debía estar en clases, no en el pasillo.

- Si sigues así, podrás ganar el concurso… -Se escuchó un sonido estruendoso, como cuando un montón de teclas del piano son tocadas.

- Ya dije que no iré…

- Junsu ah. –La voz de Yunho le hizo saltar en su lugar.

- Hyung… -Volteó a ver al mayor.

- ¿Qué haces? –Preguntó Yunho con una sonrisa de medio lado.

- La verdad es que nada. ¿Vas a clases? –El moreno asiente al cuestionamiento del menor. –Vamos, yo también me iré a clases.

Caminó hasta su salón al lado de Yunho que le conversaba sobre la fiesta de más tarde.


- Sí, ya lo sé. Jaejoong hyung me invitó ya… más bien me ha obligado a ir. –Dice soltando un suspiro.

- Ok, entonces pasaremos para ti a la tarde. –Dijo antes de entrar al salón, Junsu por su parte solo se limitó a suspira resignado.


******


Ya era tarde, Jaejoong ya tocaba la puerta de su casa.

- Ush… -Caminó hasta la puerta y abrió.

- Podrías si quiera fingir una sonrisa emocionada. ¿No crees?

Junsu le miró de reojo.- ¿Debería?

- Que insoportable eres a veces. –Le jaló de la mano. –Ya vamos. ¿Sí?


El menor de los Kim se resignó a asentir a salir de su casa e ir con el mayor hasta el auto de Yunho para encaminarse a la fiesta.


- ¿Puedo si quiera saber dónde queda la dichosa fiesta?


Jaejoong asintió con una sonrisa de medio lado antes de contestar a la pregunta hecha por un enfurruñado Junsu.

- En casa de Shim Changmin. –Junsu bufó. –Vamos… No es tan malo.

- No, para nada. Solo es un tipo que se la vive fastidiándome. –Dice con un notado sarcasmo.    

- Ustedes dos, no cambian. –Comentó Yunho conduciendo en dirección de la casa de Shim Changmin. –Tranquilo, además no es solo la casa de él, vive con un amigo de infancia.

- Sí, claro… vale… -Junsu se resignó a lo que los mayores decían, él ni si quiera gustaba e ir a fiestas, licor, tabaco, etc… no eran de su agrado, lo único que le gustaba de las fiesta era que podía bailar.


Luego de que el moreno condujese un trecho largo de camino, llegaron al lugar donde se estaba realizando la junta. Pero esta vez Jaejoong tenía razón, no era una fiesta, era un especie de junta, nada más.


- ¡Wou wou! Trasero de pato, haz venido. –Apenas y escuchó aquel horrible mote supo que su noche no iría bien si Changmin no tenía con qué distraerse.

- ¿No tienes algo mejor que fastidiar? –Preguntó mirándole sin expresión en el rostro.

- ¿No puedes sonreír? –Preguntó desde el marco de la puerta.

- ¿Por ver tu cara? –Hace una mueca de fastidio. –Créeme que prefiero mil veces vomitar a sonreír.

- Antes no decías eso… -Changmin se le acercó, rodeando la cintura de Junsu con su brazo diestro, acercándole a su cuerpo.

- Siempre lo he dicho. –Le mira de reojo. –Siempre me dejas en banca rota. –Le saca la lengua de forma infantil.

- Tú eres el que todavía no entiende que yo como mucho.

- No, si eso yo lo entiendo. Tú eres el que no entiende que no soy millonario como tú, o como nuestros hyung, babo~ -Le da un empujón para que le suelte. –Y no me abraces con tanta confianza o te acuso a Minho, y la última vez que lo hice, creo que el castigo que te dio, no fue de tu agrado. ¿No?


Changmin sonrió de medio lado, alejándose del mayor con las palmas en alto, no quería que Minho volviese a dejarle sin ni un privilegio, bastante era tener que aguantarse de no correrle mano, bastante… Más para una persona como él, el sexo es algo que él no cambia por nada del mundo.

Junsu por su parte suspiro, ya se había liberado solo por ese momento de Changmin, porque se sabe bien que cuando el alcohol le suba a la cabeza lo tendrá nuevamente molestándole y ahí no importa cuántas veces lo amenace con contarle a Minho.

- ¡Junsu ah! –El nombrado buscó con la mirada a quien le llamase, y ahí vio a uno de sus mejores amigos al lado de aquel chico del que solo recuerda su apellido.

- Hyukkie~ -Junsu se acerca sonriente, al fin ve una cara conocida. –Hola. –Saludo con esa sonrisa tan característica de él.

Su mejor amigo sonrió al ver que se acercaba, mientras y tomaba la mano de su novio quien sonrió al ver a aquel chico sonreír.


- Hola, Junsu ah. Ya ha sido mucho tiempo. –Dijo el mayor de los dos, y es que ciertamente llevaban mucho tiempo sin verse y eso que son mejores amigos de infancia.

- El trabajo me ha quitado mucho tiempo. –Comentó el menor, que prontamente llevó su mirada a aquel chico que sujetaba la mano de su mejor amigo. –No recuerdo tu nombre, pero sé que eres el novio de Hyukkie~ Un gusto el verte de nuevo.


DongHae sonrió divertido al escucharle decir aquello, su novio siempre le habló de su mejor amigo de infancia y las miles de travesuras que habían hecho juntos, pero que ahora el menor solo vive con su hermano mayor puesto que sus padres habían muerto en un accidente.


- Aigoo~ Junsu ah, entonces te recordaré su nombre, es DongHae~

- Espero que Hyukkie no sea un pesado contigo, si te hace algo solo debes decirme. –Comenzó a decir Junsu al novio de su mejor amigo.

- ¡Hay! –Hyuk hizo un leve puchero al mirar a su novio y mejor amigo hablando de él como si él ni si quiera estuviera al lado de ellos. –Lo que hacen es de mal…

- Eh… ¿Eso es? –Volteó su mirada buscando la dirección de dónde provenía aquel sonido de piano, era la misma hermosa melodía de la mañana.

Estaba seguro de que se trataba de la misma persona tocándola… su oído no podía equivocarse, esa melodía sonaba tan única tocada por esa persona.

- Oh, es Yoochun tocando el piano. –Contestó de lo más natural HyukJae mientras abrazaba de manera empalagosa a su novio.

Junsu le miró con curiosidad… “Yoochun”, Sí… ya había escuchado ese nombre antes… HyukJae le sonrió divertido y luego apuntó hacia un rincón, donde un atractivo chico pelinegro tocaba el piano a ojos cerrados, sintiendo cada nota de aquella linda canción que tocaba.

Sus pies se comenzaba a mover por inercia hasta ese pelinegro, la forma de tocar aquel piano le atraía, le seducía con cada nota que tocaban  esos largos dedos. Pronto se vio ahí, frente aquel atractivo chico.


- Wou… -Musitó cuando la música dejó de sonar. –Eso ha sido increíble…

Junsu obtuvo por respuesta solo silencio, aquel lindo chico había bajado su cabeza sin prestarle atención, con cierto nerviosismo pues mordía su labial inferior.

- No pretendo desconcentrarte… es que… enserio… es que jamás se me hubiese imaginado que Angel Waltz y Claro de Luna sonaran tan bien de esa manera. –Se largó explicar el pelirrojo.

Esas fueron palabras suficientes para que el pelinegro levantara la mirada, viendo a un punto muerto y no a Junsu.

- ¿Las reconociste? –Preguntó totalmente sorprendido. –Es… primera vez que alguien reconoce esas canciones.


Junsu le miró algo sorprendido, aquel chico no le miraba, veía a un punto fijo, y dubitativo de preguntar por qué no lo miraba prefirió callarse y no decir palabras.

- Me encantan esas canciones, además las tocas tan bien que fue fácil reconocerlas, tienes mucho talento para el piano. –Dijo con entusiasmo renovado. - ¿Tocas desde hace mucho tiempo?

Yoochun asintió con la cabeza. Sus mejillas estaban adquiriendo color a cada cumplido entusiasta que Junsu le hacía.

- Tú… ¿Tú estudias en la universidad Kyung Hee? –Aquel pelinegro parpadeo algo rápido, Junsu podía deducir que estaba sorprendido por su pregunta.

- Sí… ¿Có… cómo lo sabes?

Junsu sonrió, su voz era masculina y tímida, una extraña combinación, pero que le estaba gustando.

- Es que… hoy en la mañana pasaba por el salón principal de música y he escuchado la misma tonada… también escuché como el maestro te alagaba. –Respondió con cierto tono alegre.

Yoochun mordió su labio inferior. - ¿Me has visto en la mañana?

- Oh, no lo he hecho. No te vi… Solo te he escuchado tocar el piano. –Se excusó el menor, no sabiendo el por qué, pero sintió la necesidad de hacerlo.

- Comprendo… ¿Escuchaste… todo lo que el maestro dijo? –Preguntó con voz tímida, dudosa…

- Algo… pero no fue por andar de espía, fue cosa fortuita… -Se apresuró a decir. –Aunque… él tiene razón.

Yoochun se tensó, luego comenzó a negar energéticamente.

- ¿Qué? ¿Es que no te has oído? Tocas el piano de manera increíble… me encantaría tener tu talento. –Comentó en tono entusiasta, es que ese chico era un prodigio.

- Todos dice eso… solo porque tratan de ser buenos conmigo, no necesito de la lástima de nadie… -Se largó a explicar el pelinegro.

Junsu un tanto confundido, no pudo quedarse callado. - ¿Por qué tendría yo que sentir lastima de ti? Es más siento envidia, tocas muy bien el piano.

Yoochun siguió negando. –Todos lo hacen… -Siseó por lo bajo.

- Que yo no lo hago. –Soltó un pequeña risita el menor, aunque tal parece que el pelinegro se la tomó a mal.

- Sí lo haces, por eso te ríes… pero déjame decirte algo… ¡Que no vea, no significa que deban tratarme de tal modo! –Junsu se quedó pasmado con ese tono tan alto.

- No… no lo hacía… -Murmuró en tono bajo, y es que no le gustaban los gritos… le ponían tenso.

- Te has reído… y tratas de ser amable conmigo diciendo tanta estupidez… ¿Pero sabes? ¡Te puedes ir a la misma mierda! –Junsu parpadeó confundido… aquel chico le estaba mal interpretando y aun así no pudo decir nada. Él no sabía responder a ese tipo de cosas, no era bueno, su cuerpo se tensaba y quedaba en blanco… no es que fuese débil, solo traumas de infancia le dejaron de aquel modo.

- ¡Hyung! No le grites a Junsu… -Se hizo escuchar la voz de Changmin. Había escuchado, como muchos de ahí, como Yoochun le gritaba a su rubio amigo.

- No… no importa Changmin… estaba molestando… -Musitó por lo bajo antes de irse de aquel lugar.

- Yoochun hyung… no debiste gritarle… -Dijo Changmin con tono de desapruebo. –Es un chico muy tímido y los gritos lo espantan como si fuese un niño.

Yoochun no dijo nada, solo apretó sus puños por sobre su pantalones, aquel tono bajo con el cual Junsu le quitaba la culpa y además aquello que le dijera Changmin le hizo sentir mal consigo mismo.

- ¿Tímido…? ¿Y viene a hablar conmigo como si nada?

Changmin soltó un pequeño suspiro y se sentó al lado del mayor, tocó unas cuantas notas al azar antes de decir algo.

- Le gusta la música, se emociona tanto, que olvida el hecho que le cuesta relacionarse con personas… Nos ha costamos mucho a Yunho, Jaejoong y Minho el traerle… ni su hermano puede convencerle de ir a una fiesta y lo has espantado.

- ¿Por qué? –El pelinegro volteó su rostro hacia el menor, aun si no le veía.

- Porque su infancia fue muy dura, Yoochunnie… así que espero, que le pidas disculpas. ¿Vale? Sea lo que te haya dicho Junsu, no lo tomes a mal… él es algo burro pero siempre trata de ayudar a las personas. –Comentó Changmin, para luego palmear la espalda de su primo pelinegro, de ese que soltaba un suspiro algo afligido… tal vez había sobre reaccionado a las palabras de ese dulce chiquillo.

- Estudia en la misma universidad que nosotros. ¿Verdad? –Preguntó el pelinegro, bajando su rostro, le pediría disculpas a aquel chico.

- Sí, llega temprano y se va muy tarde para ocupar la sala de música. –Yoochun hizo un gesto sorprendido…

- ¿De verdad? –Porque en muchas instancias, en las que había llegado o muy temprano o se había ido muy tarde de la Universidad, escuchaba a un chico cantar, su voz era muy dulce, linda y cargada de sentimientos.

- Pero solo se va tarde cuando le dan permiso en el trabajo de no ir… -Comentó, tocando nuevamente notas al azar. -El lunes se supone que se va tarde. –Yoochun surcó una linda sonrisa, es que entendía lo que el menor quería decirle.

- Bueno… ¿Y qué es tarde para ti? –Preguntó acompañando a su primo en tocar el piano.

- Eso es… media hora después de clases. –Comentó con cierta diversión. –Oh… Junsu volvió. –Exclamó el menor al ver a su pelirrojo amigo entrar con la mirada en el suelo mientras era empujado por su hermano mayor de los hombros. –Y llegó su hermano mayor.

- ¿Tiene un hermano? –Preguntó con cierta curiosidad su primo.

- Sí, y al igual que tú y Yoohwan, ellos dos se parecen mucho. –Yoochun simplemente asintió a las palabras del menor. Cómo le gustaría a él poder ver lo mismo que su primo.


Si bien el transcurso de la fiesta siguió con lo suyo, Junsu ya había perdido todo su ánimo, él había vuelto hasta el lugar solo porque vio el rostro iluminado de su hermano al llegar. Escuchar su tono animado al decirle “Has venido a divertirte, pequeño. Eish… No sabes lo contento que me pone eso”. Junho era su hermano mayor… ¿Cómo no querer complacerle cuando es todo lo que tiene en su vida? Era quien le daba ánimo de seguir adelante, quien le ayudó a afrontar las fuertes caídas de la vida, era su alma gemela… su otra mitad, sin mentir; por lo que luego de haber visto aquella sonrisa iluminada, se resignó ante la idea de irse de la fiesta, se quedaría un rato más, luego se iría.

- ¿Sucede algo, Su? –Junsu movió su rostro para poder mirar al dueño de aquella voz.

- No sucede nada, hyung. Estoy bien. –Y se obligó a sonreírle a su hermano.

- Uhmm… éste dongsaeng. Soy tu hermano, bonito. –Diciendo esas palabras se sentó al lado del menor, abrazándole con fuerza. - ¿Qué ha pasado?

- No sé… -Respondió, su semblante demostraba su respuesta. La verdad es que no le gustan los gritos, le descompensaba el hecho de que alguien le tratara del mismo modo que lo había hecho Yoochun. –Ya se parará, hyung. O al menos eso supongo, tampoco es que sea algo grave… solo me descolocó.

- Mm… Comprendo. Pero ya sabes, Su. Soy tu hermano mayor… cualquier cosa que te pase debes decirme. –Junho enfatizó sus últimas palabas, terminado por dar un cálido beso en la frente de su hermano.

Junsu nuevamente se quedó solo, sentado, viendo cómo el resto de las personas que estaban en la fiesta se divertía, también pudo ver cómo Minho y Jaejoong estaban con aquel chico llamado Yoochun, riendo abiertamente por no sabe qué cosa. Soltó y sutil suspiro, estaba tratando de entender las palabras de ese pelinegro, tal vez podría encontrar algún tipo de justificación en ella, tal vez habían un “por qué” de su actuar. Bueno, él simplemente se acercó a ese chico porque su extraordinaria forma de tocar el piano, una que era casi mágica y le había dejado embobado. Luego el hecho de que jamás le miró a los ojos, el que no haya visto que no se burlaba de él, de que no le mentía y luego algo hizo clic…

¡Que no vea no significa que deban tratarme de tal modo!


Claro, ahí estaba… ¿Cómo no se percató antes? Ese chico no miraba a los ojos, su vista siempre parecía perdida, además también se lo dijo con claras palabras.

Yoochun era ciego.

Esa podría ser la única explicación de que no le creyera. ¡Ahh~! ¡Que idiota había sido! Ese chico debía tener algún tipo de incapacidad.

Se mordió el labio inferior, comprendía el motivo de que no le creyera, pero sabe bien que no debió gritarle.

- Bueno, al fin de cuentas… da igual… lo más probable es que me odie… -Murmuró bajito solo para él.



******


Lunes. Universidad KyungHee.


Unas horas antes de que terminara la fiesta Junsu había decidido irse, aprovechó la propuesta que le hizo Donghae de acercarle hasta su casa, sin contar que HyukJae también insistió mucho en que aceptara la propuesta de su novio, él no tuvo más remedio que aceptar, porque de todos modos estaba muy lejos de donde vivía, Changmin era un chico de dinero, al igual que la mayoría de sus amigos, él y su hermano habían sido muy afortunados de que esos chico le acogieran con los brazos abierto a ser partícipe de su círculo social. Ellos los habían ayudado a afrontar las tantas locuras que el destino les había colado en frente, es por eso que siempre se sentiría agradecido, trataba de retribuirles toda aquella ayuda con su presencia cada que ellos le necesitaran.

El transcurso del día en la Universidad pasó rápido, cosa que le sorprendió, tendía lo Lunes a ser lo más tedioso, pues era cuando tenía la mayoría de las clases teóricas de su ramos.

Ya a la salida de clases hizo lo que todo Lunes hacía: dirigirse a la sala de música a practicar, era el único día en el que se permitía quedarse hasta tarde en la universidad para ensayar. Entró a la sala, comenzado a relajar sus músculos, quitar las tensiones de ellos era lo más óptimo para generar una buena respiración diafragmática. Luego de ello se acercó hasta el piano y comenzó a tocar unas cuantas notas al azar antes de elegir alguna canción para practicar, cuando una canción se vino a su mente, sonrió con cierta gracia y se puso a tocar una de sus composiciones, si bien estaba en Japones, le gustaba mucho.

- “Kimiga ireba, kimito naraba, Boku ga boku mo” –Estaba cantando cuando sintió que alguien se sentaba a su lado, algo espantado por aquella cercanía a su persona dejó de tocar alejándose un poco.

- Ey… no pares, lo estaba disfrutando. –Dijo aquel chico a ojos cerrados, afirmando entre sus manos una especie de bastón.

- ¿Qué haces aquí? –Dijo sin hacer caso de sus palabras.

- Escucho, al igual que lo hacías tú la vez que me escuchaste con tocando. –Respondió, sin moverse ni un ápice. –No te estoy espiando, solo estoy escuchando.

- Pero… yo… yo no estaba en el salón.

- Y por ese motivo no me viste, pero yo tampoco te estoy viendo, aun si abro mis ojos no podré verte.

Junsu se quedó por segundo sin habla. ¡Dios! Eso simplemente espantó muchos pensamientos… esa sinceridad le mató por unos eternos segundos.

- Yo…

- No tienes que decir algo, eish… -El pelinegro frunció el ceño, odiaba que la gente hiciera aquello. –Tal parece que ere…

- Yo no entré a la sala aquella vez, escuché desde afuera, la presencia de alguien se puede sentir también. –Dijo un poco tenso, para luego inflar sus mejillas.

Yoochun soltó una carcajada. Ok, lo admite, eso le hizo reír. Esa respuesta le había encantado, realmente le había encantado.

- Ah… Aigoo… Kim Junsu. –Llevó su mano derecha hasta su cabello para llevar algunas hebras tras su oreja. –Esa respuesta me ha gustado.

- ¿Eh? –Frunció el cejo cuando le escuchara decir todo aquello. - ¿Cómo sabes mi nombre? Yo no te lo he dicho.

- Pero Changmin lo hizo. –Respondió Yoochun con toda sinceridad.

- Maldito Changmin… no puede mantener la boca cerrada… -Comenzó a decir entre dientas y con bajo volumen el pelirrojo.

- No, no lo puede hacer… Además me quiere mucho y lo que le pregunto me lo contesta. –Dijo con cierto tono de burla.

Junsu se quedó unos eternos segundos en silencio, ese chico le había escuchado.

- Tengo una gran audición, Kim Junsu ah.

Junsu bufó por lo bajo, y se volvió a sentar. Al mismo tiempo Yoochun giraba en su eje, aun sentado, para quedar de frente con las teclas del piano.

- Quiero hablar contigo. –Dijo comenzando a tocar unas cuantas notas al azar.

- Ya estamos hablando. –Yoochun al escuchar aquello dejó de tocar el piano. –Ok… ok… comprendo ¿De qué quieres hablar? –Preguntó con las manos sobre sus propios muslos, viendo como Yoochun tocaba cualquier melodía.

- De cómo me comporté la otra noche.

- Oh… sobre eso… -Suelta un sutil suspiro. - ¿Qué quieres decir?

- Solo… quiero pedirte disculpas, Kim Junsu.

- ¿Eh? –Preguntó con cierta confusión el menor.

- Eso… -Reverberó por lo bajo el pelinegro.

- ¿Eso? ¿Enserio?

- ¿Me estás tomando el pelo? –Preguntó con cierto tono de desagrado aquel chico de azabaches cabellos y mirada perdida.

- Ahí vas otra vez… enserio, no te estoy molestando, no me interesa molestar al mundo. Me gusta la armonía, siempre la busco. –Dijo ya en modo de berrinche, odiaba que le mal interpretara, pero… es que con Yoochun era algo complicado.

- Ok… pero no te conozco, es obvio que no reconozco cosas de tu voz…


- Entonces… conozcámonos, solo así aceptaré tu disculpa. –Terminó de decir Junsu antes de ponerse a tocar el piano con cierta gracia para luego cantar. Yoochun solo sonrió y se quedó en aquel lugar escuchando la dulce voz del menor llenar aquel salón de música.

Continuará...

4 comentarios:

  1. me encanto el primer capitulo, solo que me intriga el pasado de Junsu... esperare con paciencia el 2 capitulo, hasta ahora es todo interesante.... muchos saludos

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  2. awww esta hermoso dongsaeng asd awww esperare la proxima actuu !!! asd >3< pobre de mi susu siempre siendo mal interpretado asd aww pero bueno el ratón admitió su error asd <3

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  3. Me encantoooooo~ *O*!!!
    De verdad, me intriga saber que pasará o como van a interactuar !!! La trama tiende para ser super triste, pero confío en que será hermosamente romantica!! *--*!!

    Gracias por el cap y esperaré ansiosa el siguiente!

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  4. Aigooo

    me encantoo...nunca me imagine a YooChun ciego, pensé en otro personaje...
    pobre Susu...lo malinterpreto todo Chunie..pero lo bueno es que esta pidiendo perdón..

    desde ahora te digo que lo adoro...
    gracias por este primer capitulo, pero sobre todo gracias por compartir tu hermoso trabajo.

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