Capítulo 1:
“Conociendo al príncipe del teclado”
La verdad es que nunca estuvo en busca de una persona de
la cual enamorarse ni tener una relación, simplemente pensaba que de llegar
alguien llegaría sin que le buscase, que sería espontaneo.
Suspiró caminando hacia la facultad, en la mañana
Jaejoong le había invitado a una fiesta, prometiéndole que no se iba a aburrir
que al contrario iba a disfrutar de buena platicas y esas cosas, una junta de
amigos más que fiesta.
- Amigos… -Musitó para sí mismo. Caminó a paso lento
hasta su salón, iba absorto en sus pensamientos hasta que el sonido de un piano
siendo tocado le quitó de su ensoñación. - ¿Quién toca…? –Aceleró su paso y se
encaminó hasta el salón de música, y ahí le vio, con los ojos cerrados deslizando
sus dedos por las teclas del piano. –Wou…
Se quedó, inmóvil, escuchando cada nota que tocó ese
chico de cabellos negros, disfrutando de la melodía que era tocada.
- Muy bien, Yoochun. Haz mejorado.
Junsu se escondió apenas y escuchó la voz del maestro de
música, se suponía que él debía estar en clases, no en el pasillo.
- Si sigues así, podrás ganar el concurso… -Se escuchó un
sonido estruendoso, como cuando un montón de teclas del piano son tocadas.
- Ya dije que no iré…
- Junsu ah. –La voz de Yunho le hizo saltar en su lugar.
- Hyung… -Volteó a ver al mayor.
- ¿Qué haces? –Preguntó Yunho con una sonrisa de medio
lado.
- La verdad es que nada. ¿Vas a clases? –El moreno
asiente al cuestionamiento del menor. –Vamos, yo también me iré a clases.
Caminó hasta su salón al lado de Yunho que le conversaba
sobre la fiesta de más tarde.
- Sí, ya lo sé. Jaejoong hyung me invitó ya… más bien me
ha obligado a ir. –Dice soltando un suspiro.
- Ok, entonces pasaremos para ti a la tarde. –Dijo antes
de entrar al salón, Junsu por su parte solo se limitó a suspira resignado.
******
Ya era tarde, Jaejoong ya tocaba la puerta de su casa.
- Ush… -Caminó hasta la puerta y abrió.
- Podrías si quiera fingir una sonrisa emocionada. ¿No
crees?
Junsu le miró de reojo.- ¿Debería?
- Que insoportable eres a veces. –Le jaló de la mano. –Ya
vamos. ¿Sí?
El menor de los Kim se resignó a asentir a salir de su
casa e ir con el mayor hasta el auto de Yunho para encaminarse a la fiesta.
- ¿Puedo si quiera saber dónde queda la dichosa fiesta?
Jaejoong asintió con una sonrisa de medio lado antes de
contestar a la pregunta hecha por un enfurruñado Junsu.
- En casa de Shim Changmin. –Junsu bufó. –Vamos… No es
tan malo.
- No, para nada. Solo es un tipo que se la vive
fastidiándome. –Dice con un notado sarcasmo.
- Ustedes dos, no cambian. –Comentó Yunho conduciendo en
dirección de la casa de Shim Changmin. –Tranquilo, además no es solo la casa de
él, vive con un amigo de infancia.
- Sí, claro… vale… -Junsu se resignó a lo que los mayores
decían, él ni si quiera gustaba e ir a fiestas, licor, tabaco, etc… no eran de
su agrado, lo único que le gustaba de las fiesta era que podía bailar.
Luego de que el moreno condujese un trecho largo de
camino, llegaron al lugar donde se estaba realizando la junta. Pero esta vez
Jaejoong tenía razón, no era una fiesta, era un especie de junta, nada más.
- ¡Wou wou! Trasero de pato, haz venido. –Apenas y
escuchó aquel horrible mote supo que su noche no iría bien si Changmin no tenía
con qué distraerse.
- ¿No tienes algo mejor que fastidiar? –Preguntó
mirándole sin expresión en el rostro.
- ¿No puedes sonreír? –Preguntó desde el marco de la
puerta.
- ¿Por ver tu cara? –Hace una mueca de fastidio. –Créeme
que prefiero mil veces vomitar a sonreír.
- Antes no decías eso… -Changmin se le acercó, rodeando
la cintura de Junsu con su brazo diestro, acercándole a su cuerpo.
- Siempre lo he dicho. –Le mira de reojo. –Siempre me
dejas en banca rota. –Le saca la lengua de forma infantil.
- Tú eres el que todavía no entiende que yo como mucho.
- No, si eso yo lo entiendo. Tú eres el que no entiende que
no soy millonario como tú, o como nuestros hyung, babo~ -Le da un empujón para
que le suelte. –Y no me abraces con tanta confianza o te acuso a Minho, y la
última vez que lo hice, creo que el castigo que te dio, no fue de tu agrado.
¿No?
Changmin sonrió de medio lado, alejándose del mayor con
las palmas en alto, no quería que Minho volviese a dejarle sin ni un
privilegio, bastante era tener que aguantarse de no correrle mano, bastante…
Más para una persona como él, el sexo es algo que él no cambia por nada del mundo.
Junsu por su parte suspiro, ya se había liberado solo por
ese momento de Changmin, porque se sabe bien que cuando el alcohol le suba a la
cabeza lo tendrá nuevamente molestándole y ahí no importa cuántas veces lo
amenace con contarle a Minho.
- ¡Junsu ah! –El nombrado buscó con la mirada a quien le
llamase, y ahí vio a uno de sus mejores amigos al lado de aquel chico del que
solo recuerda su apellido.
- Hyukkie~ -Junsu se acerca sonriente, al fin ve una cara
conocida. –Hola. –Saludo con esa sonrisa tan característica de él.
Su mejor amigo sonrió al ver que se acercaba, mientras y
tomaba la mano de su novio quien sonrió al ver a aquel chico sonreír.
- Hola, Junsu ah. Ya ha sido mucho tiempo. –Dijo el mayor
de los dos, y es que ciertamente llevaban mucho tiempo sin verse y eso que son
mejores amigos de infancia.
- El trabajo me ha quitado mucho tiempo. –Comentó el
menor, que prontamente llevó su mirada a aquel chico que sujetaba la mano de su
mejor amigo. –No recuerdo tu nombre, pero sé que eres el novio de Hyukkie~ Un
gusto el verte de nuevo.
DongHae sonrió divertido al escucharle decir aquello, su
novio siempre le habló de su mejor amigo de infancia y las miles de travesuras
que habían hecho juntos, pero que ahora el menor solo vive con su hermano mayor
puesto que sus padres habían muerto en un accidente.
- Aigoo~ Junsu ah, entonces te recordaré su nombre, es
DongHae~
- Espero que Hyukkie no sea un pesado contigo, si te hace
algo solo debes decirme. –Comenzó a decir Junsu al novio de su mejor amigo.
- ¡Hay! –Hyuk hizo un leve puchero al mirar a su novio y
mejor amigo hablando de él como si él ni si quiera estuviera al lado de ellos.
–Lo que hacen es de mal…
- Eh… ¿Eso es? –Volteó su mirada buscando la dirección de
dónde provenía aquel sonido de piano, era la misma hermosa melodía de la
mañana.
Estaba seguro de que se trataba de la misma persona
tocándola… su oído no podía equivocarse, esa melodía sonaba tan única tocada
por esa persona.
- Oh, es Yoochun tocando el piano. –Contestó de lo más
natural HyukJae mientras abrazaba de manera empalagosa a su novio.
Junsu le miró con curiosidad… “Yoochun”, Sí… ya había
escuchado ese nombre antes… HyukJae le sonrió divertido y luego apuntó hacia un
rincón, donde un atractivo chico pelinegro tocaba el piano a ojos cerrados,
sintiendo cada nota de aquella linda canción que tocaba.
Sus pies se comenzaba a mover por inercia hasta ese
pelinegro, la forma de tocar aquel piano le atraía, le seducía con cada nota
que tocaban esos largos dedos. Pronto se
vio ahí, frente aquel atractivo chico.
- Wou… -Musitó cuando la música dejó de sonar. –Eso ha
sido increíble…
Junsu obtuvo por respuesta solo silencio, aquel lindo
chico había bajado su cabeza sin prestarle atención, con cierto nerviosismo
pues mordía su labial inferior.
- No pretendo desconcentrarte… es que… enserio… es que
jamás se me hubiese imaginado que Angel Waltz y Claro de Luna sonaran tan bien
de esa manera. –Se largó explicar el pelirrojo.
Esas fueron palabras suficientes para que el pelinegro
levantara la mirada, viendo a un punto muerto y no a Junsu.
- ¿Las reconociste? –Preguntó totalmente sorprendido.
–Es… primera vez que alguien reconoce esas canciones.
Junsu le miró algo sorprendido, aquel chico no le miraba,
veía a un punto fijo, y dubitativo de preguntar por qué no lo miraba prefirió
callarse y no decir palabras.
- Me encantan esas canciones, además las tocas tan bien
que fue fácil reconocerlas, tienes mucho talento para el piano. –Dijo con
entusiasmo renovado. - ¿Tocas desde hace mucho tiempo?
Yoochun asintió con la cabeza. Sus mejillas estaban
adquiriendo color a cada cumplido entusiasta que Junsu le hacía.
- Tú… ¿Tú estudias en la universidad Kyung Hee? –Aquel pelinegro parpadeo algo
rápido, Junsu podía deducir que estaba sorprendido por su pregunta.
- Sí… ¿Có… cómo lo sabes?
Junsu sonrió, su voz era masculina y
tímida, una extraña combinación, pero que le estaba gustando.
- Es que… hoy en la mañana pasaba por
el salón principal de música y he escuchado la misma tonada… también escuché
como el maestro te alagaba. –Respondió con cierto tono alegre.
Yoochun mordió su labio inferior. -
¿Me has visto en la mañana?
- Oh, no lo he hecho. No te vi… Solo
te he escuchado tocar el piano. –Se excusó el menor, no sabiendo el por qué,
pero sintió la necesidad de hacerlo.
- Comprendo… ¿Escuchaste… todo lo que
el maestro dijo? –Preguntó con voz tímida, dudosa…
- Algo… pero no fue por andar de
espía, fue cosa fortuita… -Se apresuró a decir. –Aunque… él tiene razón.
Yoochun se tensó, luego comenzó a
negar energéticamente.
- ¿Qué? ¿Es que no te has oído? Tocas
el piano de manera increíble… me encantaría tener tu talento. –Comentó en tono
entusiasta, es que ese chico era un prodigio.
- Todos dice eso… solo porque tratan
de ser buenos conmigo, no necesito de la lástima de nadie… -Se largó a explicar
el pelinegro.
Junsu un tanto confundido, no pudo
quedarse callado. - ¿Por qué tendría yo que sentir lastima de ti? Es más siento
envidia, tocas muy bien el piano.
Yoochun siguió negando. –Todos lo
hacen… -Siseó por lo bajo.
- Que yo no lo hago. –Soltó un pequeña
risita el menor, aunque tal parece que el pelinegro se la tomó a mal.
- Sí lo haces, por eso te ríes… pero
déjame decirte algo… ¡Que no vea, no significa que deban tratarme de tal modo!
–Junsu se quedó pasmado con ese tono tan alto.
- No… no lo hacía… -Murmuró en tono
bajo, y es que no le gustaban los gritos… le ponían tenso.
- Te has reído… y tratas de ser amable
conmigo diciendo tanta estupidez… ¿Pero sabes? ¡Te puedes ir a la misma mierda!
–Junsu parpadeó confundido… aquel chico le estaba mal interpretando y aun así
no pudo decir nada. Él no sabía responder a ese tipo de cosas, no era bueno, su
cuerpo se tensaba y quedaba en blanco… no es que fuese débil, solo traumas de
infancia le dejaron de aquel modo.
- ¡Hyung! No le grites a Junsu… -Se
hizo escuchar la voz de Changmin. Había escuchado, como muchos de ahí, como Yoochun
le gritaba a su rubio amigo.
- No… no importa Changmin… estaba
molestando… -Musitó por lo bajo antes de irse de aquel lugar.
- Yoochun hyung… no debiste gritarle…
-Dijo Changmin con tono de desapruebo. –Es un chico muy tímido y los gritos lo
espantan como si fuese un niño.
Yoochun no dijo nada, solo apretó sus
puños por sobre su pantalones, aquel tono bajo con el cual Junsu le quitaba la
culpa y además aquello que le dijera Changmin le hizo sentir mal consigo mismo.
- ¿Tímido…? ¿Y viene a hablar conmigo
como si nada?
Changmin soltó un pequeño suspiro y se
sentó al lado del mayor, tocó unas cuantas notas al azar antes de decir algo.
- Le gusta la música, se emociona
tanto, que olvida el hecho que le cuesta relacionarse con personas… Nos ha
costamos mucho a Yunho, Jaejoong y Minho el traerle… ni su hermano puede
convencerle de ir a una fiesta y lo has espantado.
- ¿Por qué? –El pelinegro volteó su
rostro hacia el menor, aun si no le veía.
- Porque su infancia fue muy dura,
Yoochunnie… así que espero, que le pidas disculpas. ¿Vale? Sea lo que te haya
dicho Junsu, no lo tomes a mal… él es algo burro pero siempre trata de ayudar a
las personas. –Comentó Changmin, para luego palmear la espalda de su primo
pelinegro, de ese que soltaba un suspiro algo afligido… tal vez había sobre
reaccionado a las palabras de ese dulce chiquillo.
- Estudia en la misma universidad que
nosotros. ¿Verdad? –Preguntó el pelinegro, bajando su rostro, le pediría
disculpas a aquel chico.
- Sí, llega temprano y se va muy tarde
para ocupar la sala de música. –Yoochun hizo un gesto sorprendido…
- ¿De verdad? –Porque en muchas
instancias, en las que había llegado o muy temprano o se había ido muy tarde de
la Universidad, escuchaba a un chico cantar, su voz era muy dulce, linda y
cargada de sentimientos.
- Pero solo se va tarde cuando le dan
permiso en el trabajo de no ir… -Comentó, tocando nuevamente notas al azar. -El
lunes se supone que se va tarde. –Yoochun surcó una linda sonrisa, es que
entendía lo que el menor quería decirle.
- Bueno… ¿Y qué es tarde para ti?
–Preguntó acompañando a su primo en tocar el piano.
- Eso es… media hora después de
clases. –Comentó con cierta diversión. –Oh… Junsu volvió. –Exclamó el menor al
ver a su pelirrojo amigo entrar con la mirada en el suelo mientras era empujado
por su hermano mayor de los hombros. –Y llegó su hermano mayor.
- ¿Tiene un hermano? –Preguntó con
cierta curiosidad su primo.
- Sí, y al igual que tú y Yoohwan,
ellos dos se parecen mucho. –Yoochun simplemente asintió a las palabras del
menor. Cómo le gustaría a él poder ver lo mismo que su primo.
Si bien el transcurso de la fiesta
siguió con lo suyo, Junsu ya había perdido todo su ánimo, él había vuelto hasta
el lugar solo porque vio el rostro iluminado de su hermano al llegar. Escuchar
su tono animado al decirle “Has venido a divertirte, pequeño. Eish… No sabes lo
contento que me pone eso”. Junho era su hermano mayor… ¿Cómo no querer
complacerle cuando es todo lo que tiene en su vida? Era quien le daba ánimo de
seguir adelante, quien le ayudó a afrontar las fuertes caídas de la vida, era
su alma gemela… su otra mitad, sin mentir; por lo que luego de haber visto
aquella sonrisa iluminada, se resignó ante la idea de irse de la fiesta, se
quedaría un rato más, luego se iría.
- ¿Sucede algo, Su? –Junsu movió su
rostro para poder mirar al dueño de aquella voz.
- No sucede nada, hyung. Estoy bien.
–Y se obligó a sonreírle a su hermano.
- Uhmm… éste dongsaeng. Soy tu
hermano, bonito. –Diciendo esas palabras se sentó al lado del menor,
abrazándole con fuerza. - ¿Qué ha pasado?
- No sé… -Respondió, su semblante
demostraba su respuesta. La verdad es que no le gustan los gritos, le
descompensaba el hecho de que alguien le tratara del mismo modo que lo había
hecho Yoochun. –Ya se parará, hyung. O al menos eso supongo, tampoco es que sea
algo grave… solo me descolocó.
- Mm… Comprendo. Pero ya sabes, Su.
Soy tu hermano mayor… cualquier cosa que te pase debes decirme. –Junho enfatizó
sus últimas palabas, terminado por dar un cálido beso en la frente de su
hermano.
Junsu nuevamente se quedó solo,
sentado, viendo cómo el resto de las personas que estaban en la fiesta se
divertía, también pudo ver cómo Minho y Jaejoong estaban con aquel chico
llamado Yoochun, riendo abiertamente por no sabe qué cosa. Soltó y sutil
suspiro, estaba tratando de entender las palabras de ese pelinegro, tal vez
podría encontrar algún tipo de justificación en ella, tal vez habían un “por
qué” de su actuar. Bueno, él simplemente se acercó a ese chico porque su extraordinaria
forma de tocar el piano, una que era casi mágica y le había dejado embobado.
Luego el hecho de que jamás le miró a los ojos, el que no haya visto que no se
burlaba de él, de que no le mentía y luego algo hizo clic…
¡Que no vea no significa que deban tratarme de
tal modo!
Claro, ahí estaba… ¿Cómo no se percató
antes? Ese chico no miraba a los ojos, su vista siempre parecía perdida, además
también se lo dijo con claras palabras.
Yoochun era ciego.
Esa podría ser la única explicación de
que no le creyera. ¡Ahh~! ¡Que idiota había sido! Ese chico debía tener algún
tipo de incapacidad.
Se mordió el labio inferior,
comprendía el motivo de que no le creyera, pero sabe bien que no debió
gritarle.
- Bueno, al fin de cuentas… da igual…
lo más probable es que me odie… -Murmuró bajito solo para él.
******
Lunes. Universidad KyungHee.
Unas horas antes de que terminara la
fiesta Junsu había decidido irse, aprovechó la propuesta que le hizo Donghae de
acercarle hasta su casa, sin contar que HyukJae también insistió mucho en que
aceptara la propuesta de su novio, él no tuvo más remedio que aceptar, porque
de todos modos estaba muy lejos de donde vivía, Changmin era un chico de
dinero, al igual que la mayoría de sus amigos, él y su hermano habían sido muy
afortunados de que esos chico le acogieran con los brazos abierto a ser
partícipe de su círculo social. Ellos los habían ayudado a afrontar las tantas
locuras que el destino les había colado en frente, es por eso que siempre se
sentiría agradecido, trataba de retribuirles toda aquella ayuda con su
presencia cada que ellos le necesitaran.
El transcurso del día en la
Universidad pasó rápido, cosa que le sorprendió, tendía lo Lunes a ser lo más
tedioso, pues era cuando tenía la mayoría de las clases teóricas de su ramos.
Ya a la salida de clases hizo lo que
todo Lunes hacía: dirigirse a la sala de música a practicar, era el único día
en el que se permitía quedarse hasta tarde en la universidad para ensayar.
Entró a la sala, comenzado a relajar sus músculos, quitar las tensiones de ellos
era lo más óptimo para generar una buena respiración diafragmática. Luego de
ello se acercó hasta el piano y comenzó a tocar unas cuantas notas al azar
antes de elegir alguna canción para practicar, cuando una canción se vino a su
mente, sonrió con cierta gracia y se puso a tocar una de sus composiciones, si
bien estaba en Japones, le gustaba mucho.
- “Kimiga ireba, kimito naraba, Boku
ga boku mo” –Estaba cantando cuando sintió que alguien se sentaba a su lado,
algo espantado por aquella cercanía a su persona dejó de tocar alejándose un
poco.
- Ey… no pares, lo estaba disfrutando.
–Dijo aquel chico a ojos cerrados, afirmando entre sus manos una especie de
bastón.
- ¿Qué haces aquí? –Dijo sin hacer
caso de sus palabras.
- Escucho, al igual que lo hacías tú
la vez que me escuchaste con tocando. –Respondió, sin moverse ni un ápice. –No
te estoy espiando, solo estoy escuchando.
- Pero… yo… yo no estaba en el salón.
- Y por ese motivo no me viste, pero
yo tampoco te estoy viendo, aun si abro mis ojos no podré verte.
Junsu se quedó por segundo sin habla.
¡Dios! Eso simplemente espantó muchos pensamientos… esa sinceridad le mató por
unos eternos segundos.
- Yo…
- No tienes que decir algo, eish… -El
pelinegro frunció el ceño, odiaba que la gente hiciera aquello. –Tal parece que
ere…
- Yo no entré a la sala aquella vez,
escuché desde afuera, la presencia de alguien se puede sentir también. –Dijo un
poco tenso, para luego inflar sus mejillas.
Yoochun soltó una carcajada. Ok, lo
admite, eso le hizo reír. Esa respuesta le había encantado, realmente le había encantado.
- Ah… Aigoo… Kim Junsu. –Llevó su mano
derecha hasta su cabello para llevar algunas hebras tras su oreja. –Esa
respuesta me ha gustado.
- ¿Eh? –Frunció el cejo cuando le
escuchara decir todo aquello. - ¿Cómo sabes mi nombre? Yo no te lo he dicho.
- Pero Changmin lo hizo. –Respondió
Yoochun con toda sinceridad.
- Maldito Changmin… no puede mantener
la boca cerrada… -Comenzó a decir entre dientas y con bajo volumen el
pelirrojo.
- No, no lo puede hacer… Además me
quiere mucho y lo que le pregunto me lo contesta. –Dijo con cierto tono de
burla.
Junsu se quedó unos eternos segundos
en silencio, ese chico le había escuchado.
- Tengo una gran audición, Kim Junsu
ah.
Junsu bufó por lo bajo, y se volvió a
sentar. Al mismo tiempo Yoochun giraba en su eje, aun sentado, para quedar de
frente con las teclas del piano.
- Quiero hablar contigo. –Dijo
comenzando a tocar unas cuantas notas al azar.
- Ya estamos hablando. –Yoochun al
escuchar aquello dejó de tocar el piano. –Ok… ok… comprendo ¿De qué quieres
hablar? –Preguntó con las manos sobre sus propios muslos, viendo como Yoochun
tocaba cualquier melodía.
- De cómo me comporté la otra noche.
- Oh… sobre eso… -Suelta un sutil
suspiro. - ¿Qué quieres decir?
- Solo… quiero pedirte disculpas, Kim
Junsu.
- ¿Eh? –Preguntó con cierta confusión
el menor.
- Eso… -Reverberó por lo bajo el
pelinegro.
- ¿Eso? ¿Enserio?
- ¿Me estás tomando el pelo? –Preguntó
con cierto tono de desagrado aquel chico de azabaches cabellos y mirada
perdida.
- Ahí vas otra vez… enserio, no te
estoy molestando, no me interesa molestar al mundo. Me gusta la armonía,
siempre la busco. –Dijo ya en modo de berrinche, odiaba que le mal
interpretara, pero… es que con Yoochun era algo complicado.
- Ok… pero no te conozco, es obvio que
no reconozco cosas de tu voz…
- Entonces… conozcámonos, solo así
aceptaré tu disculpa. –Terminó de decir Junsu antes de ponerse a tocar el piano
con cierta gracia para luego cantar. Yoochun solo sonrió y se quedó en aquel
lugar escuchando la dulce voz del menor llenar aquel salón de música.
Continuará...
me encanto el primer capitulo, solo que me intriga el pasado de Junsu... esperare con paciencia el 2 capitulo, hasta ahora es todo interesante.... muchos saludos
ResponderEliminarawww esta hermoso dongsaeng asd awww esperare la proxima actuu !!! asd >3< pobre de mi susu siempre siendo mal interpretado asd aww pero bueno el ratón admitió su error asd <3
ResponderEliminarMe encantoooooo~ *O*!!!
ResponderEliminarDe verdad, me intriga saber que pasará o como van a interactuar !!! La trama tiende para ser super triste, pero confío en que será hermosamente romantica!! *--*!!
Gracias por el cap y esperaré ansiosa el siguiente!
Aigooo
ResponderEliminarme encantoo...nunca me imagine a YooChun ciego, pensé en otro personaje...
pobre Susu...lo malinterpreto todo Chunie..pero lo bueno es que esta pidiendo perdón..
desde ahora te digo que lo adoro...
gracias por este primer capitulo, pero sobre todo gracias por compartir tu hermoso trabajo.