Era parte de su rutina… aquel momento que le quitaba todo el sufrimiento y estrés que pudiese estar sintiendo, verle… tan sólo verle era sentir que su mundo y vida tenían significado.
Desde que le vio en esa tarde asoleada, vestido de blanco, esa camisa abierta en los primero botones, sus pantalones del mismo color arremangado un poco antes de llegar a la rodilla… fue tan sólo su sonrisa, sí… su sonrisa aquella que lo engatuso y lo hizo ser dependiente de él. No había vuelto al trabajo, desde la oficina que tenía en esa casa procuraba hacer todo los papeles que eran necesarios… Era necesario… para su vida era necesario estar en ese lugar.
- ¿No te cansas de mirar hacia la nada? –Le preguntó al menor.
- ¿Por qué habría de mirar a la nada? –Fue su respuesta.
- Eso haces…
- ¿Y tú vez nada? –Preguntó aquel chico -¿Qué vez Changmin hyung?
- Pues veo el cielo que cambia de color, una línea que hace parecer que fuese el final del mar…
- Si vez eso ¿Por qué dices que miro hacia la nada? –Le pregunto sonriendo… con esa sonrisa que le hace saber que el mundo no es completamente malo –Que para ti no sea interesante lo que yo veo, no quiere decir que yo no vea nada…
- Realmente no te comprendo…
- ¿Hay necesidad de hacerlo?
- Dices cosas que la mayoría del tiempo no comprendo…
- Son estas cosas las que te hacen encontrarte, Changmin hyung
- Ahí vas de nuevo… No comprendo
- Son en estos momentos –El menor se acercó hasta Shim acariciando su rostro –En el que los sonidos deben desaparecer, evita el ruido… comprende el silencio y respira, llénate de esto que hay a tu alrededor… deja que tu respirar sea marcado por las olas… Cuando lo hagas, comenzaras a comprender por qué tu corazón está tan acongojado. Cuando logres quitar aquellos ruidos que atormentan tu ser… Podrás encontrar lo que tanto buscas…
- No sé de qué hablas –Quitó la mano del menor de su rostro, notablemente nervioso. Porque esa mirada y esa forma de hablar tan suave le hace sentir extraño, y no comprende sinceramente no lo puede hacer.
- Necesitas conocerte Changmin hyung… cuando lo hagas le entenderás –Colocó su mano en el pecho del mayor a la altura del corazón.
- Eres extraño Minho… -su murmullo pasó como susurro cobijado por el viento –Me haces sentir extraño, no lo comprendo… me molesta para a la vez no quiero dejar de sentirlo ¿Dime qué es? –Se fue acercando al rostro del menor.
- Dime qué quieres… empieza por eso… ¿Qué quieres, hyung? –Sus respiraciones mezclándose.
- Quedarme aquí… a pesar de no entenderte, quedarme a tu lado –Y fue el menor quien redujo la distancia de sus rostro y le besó. En un beso apacible y tranquilo, que sabía a ternura y deseos.
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Ya estaba atardeciendo pero el menor no llegaba… no había señal de que su persona estuviese ahí.
- ¿Dónde te has metido? –Preguntó Shim buscando con su mirada a ver si el menor se dignaba a aparecer.
Pero no lo hizo… y así como ese día no fue sucedió con los siguientes y sub siguientes… Hasta pasar una semana completa sin saber de él.
- ¿Por qué no vienes? -Miró el atardecer y se perdió en esa imagen, respiró profundamente… llenando sus sentidos de aquel paisaje natural. Se relajaron sus sentidos y pudo oír el habla de las olas, cómo el viento respondía y las aves volando. Y por primera vez comprendió a lo que se refería Minho…
"Son en estos momentos –El menor se acercó hasta Shim acariciando su rostro –En el que los sonidos deben desaparecer, evita el ruido… comprende el silencio y respira, llénate de esto que hay a tu alrededor… deja que tu respirar sea marcado por las olas… Cuando lo hagas, comenzaras a comprender por qué tu corazón está tan acongojado. Cuando logres quitar aquellos ruidos que atormentan tu ser… Podrás encontrar lo que tanto buscas…"
Respiró de nuevo… su cuerpo se sentía tan relajado y una paz se albergó en su ser de una forma inexplicable… pero le gustaba, esa sensación le gustaba.
- Me gusta… -Miró de nuevo hacia los lados sonriendo con tristeza… porque quería ver a Minho y decirle algo. Quería hacerlo… de algún modo y otro…
… Pero aquello no fue posible… Minho no volvió…
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- El director dijo que debías volver, Changmin ah –Le comento Seonyu. Le miró con algo de aprensión… Shim se veía extraño, vulnerable… dolido.
- No le he encontrado noona… ¿Qué se supone que debo hacer? –Su noona le miró y le abrazó con cariño – ¿Has dicho que se llama Minho? –Shim asintió –Haré lo posible por encontrarle…
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- ¿Padre enfermó? –Su padre estaba enfrentando una recaída, tenía que ir con él.
- Vamos, yo te llevo. No ha pasado mucho desde que se llevaron al director al hospital de Seúl –Le dijo su noona mientras subían al auto directo al hospital de Seúl.
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Lo de su padre… agradecidamente no fue grave, fue una baja de azúcar… un susto menor.
- Puedes irte tranquilo, hijo –Changmin le sonrió abrazándole.
- Cuídate appa –Besó su frente para luego retirarse. Iba caminando tranquilo hasta que escucho el llanto de una mujer… no quiso tomarle atención, pero cuando ciertas palabras salieron de su boca le fue imposible no ir hacia ella.
- Minho ah… hijo por favor despierta –Seguía llorando frente a esa recámara. Lloraba porque su pequeño no despertaba hace 6 meses… Lloraba porque le quería.
- Ahjuma… no quiero molestarla… ¿pero dijo usted Minho? –Le mujer le miro… con su rostro entristecido y cansado.
- Así… es –La mujer miró hacia ese cuarto. Donde una ventana dejaba ver a un joven conectado a maquinas e intravenosas. Giró su viste hacia ese lugar y no lo pudo creer.
- Mi… Minho ah… -Un nudo se le hizo en la garganta ¿cómo es que Minho estaba ahí? -¿Desde cuándo está así?
- Hace 6 meses… -Changmin le miró sorprendido.
- No puede ser eso cierto… -Las lágrimas corrieron por su rostro, porque la tristeza le inundó todo su ser su pequeño estaba en coma ¿Cómo es eso posible? ¿Por 6 meses? Pero si él hace un mes que estuvo con él… estuvieron viéndose por dos semanas enteras, se besaron ¡DIOS! ¿Cómo era eso posible?
- ¿Puedo saber quién eres? –La mujer preguntó débilmente, apagada por el llanto.
- Me llamo Shim Changmin… le conozco… -La mujer le miró.
- Tu eres Changmin… hay algo que debo entregarte… -Y le pasó un sobre de un lindo color turquesa -¿Quieres pasar a verle? –Shim asintió –Pasa… cuídale, iré por un café.
- Gracias… -Se secó las lágrimas y respiró profundo. Pero las lágrimas volvían a bordear sus ojos, era doloroso… tanto que deseó verle de nuevo y ahora que le volvía a ver estaba así… ¿en coma? –Minho ah… -Parecía que dormía, esa expresión tranquila. Pero le rompía el alma verle en ese estado. No le gustaba, no quería verle de ese modo… le quería de vuelta, sano y sonriendo.
Tomo la carta y la abrió…
Hace un tiempo sueño con alguien que me llama… no sé quién es, pero parece necesitarme. Tal vez deba ir hasta aquella voz… no lo sé. Algo me dice que escriba… últimamente me siento extraño, como si me acercara a esa persona paso a paso. En mi último sueño escuche un nombre “Changmin” y vi a un chico de mirada perdida que lloraba sin entender, en su corazón se guardaba antas cosas y mi corazón se agitó, porque sentía las ganas de abrazarle y confortarle…
Vuelvo a escribir… últimamente tengo más sueño que de costumbre, quiero dormir y verle de nuevo… Es extraño, pero no hay día que no lo vea… pero por más que trato no puedo llegar hasta él. Cada vez que estoy a un paso de él despierto. Quiero ir hasta él… Siento que no puedo vivir si no le veo… Quiero verle pero ¿Él querrá verme? Espero que así sea… mi corazón late fuerte cada vez que le sueño.
Quiero verle… tal vez si duermo, podré simplemente verlo para siempre.
- Antes de dormirse me lo entregó… -Escuchó de nuevo a esa mujer. Miró a Minho una vez más.
- Si quieres verme… debes despertar. Si sigues dormido no podrás verme. Abre los ojos Minho ah. Te extraño y quiero verte –Aquellas lágrimas de esa mujer volvieron a salir, porque hubo un momento en que su hijo se notaba decaído y con ganas de dormir… sólo dormir –Por favor Minho ah… no me iré de tu lado, sólo despierta –Shim besó la frente del menor y la mano de aquel ser que dormía profundamente comenzó a moverse.
- ¡Minho ah! –La mujer se emocionó –Iré por un doctor… has que despierte te lo ruego…
- Minho… abre tus ojos, yo te extraño. Estoy aquí –Y esos parpados cerrados comenzaron a moverse. Mostrando de a poco la mirada oculta tras esos parpados… -Despertaste…
- Changmin hyung…
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- Debiste despertar antes ¿Sabes cuánto me preocupé por ti? –El menor le miró haciendo un puchero.
- Tú no venía y yo sólo quería verte –Changmin le sonrió, apresándolo entre sus brazos, besando sus cabellos… suspirando aliviado.
- Comprenderás ahora que no te dejaré ¿cierto? –Minho asintió con la cabeza –Y de que te amo y que no dejaré de hacerlo –Miró su rostro queriendo probar de nuevo esos labios. Porque le había extrañado… porque desde ese primer beso esos labios le fueron necesarios para seguir viviendo.
- Has entendido lo que querías al fin Changmin hyung… y yo también entendí lo que quiero –Sonrió pasando sus manos por el cuello del mayor –Te amo, hyung –Y se besaron, porque no había necesidad de hablar más… sólo dejarse querer por el otro, porque sus llamados había sido escuchados.
Porque se dejaron llevar por el silencio necesario… para reconocer quienes eran, para identificar los deseo… los anhelos, para conocerse.
Te aconsejo algo… el ser humano, necesita del silencio.
