Capítulo 3.
“La realidad de los sentimientos de una vida solitaria”
Había pasado ya 3 meses desde que llegó a Seoul, Korea. Desde que vivía en casa de Yoochun, este le había dicho que no tenía por qué irse que juntase dinero y así se estabiliza, y él realmente le hizo caso, porque sabía bien que era una gran opción.
Yoochun le contaba historias sobre su hermano… wou realmente su hermano tuvo mucha suerte, la cantidad de historias que le contaba Yoochun era increíble.
- ¿Enserio mi hermano era así? –Yoochun asintió - ¿Qué necesidad tenía mi hyung de molestar a otros?
Yoochun levantó los hombros.
– No lo sé. Tal vez para demostrar que era el mejor.
- Pero si con sólo mirarle se podía saber...
- Pero necesitaba el respeto de los otros –Junsu realmente no entendió –Vamos, tener el respeto de los demás te hace popular… lo obtienes todo.
- Aun así no entiendo –Yoochun rió.
- Eres muy inocente –Dijo meneando su cabeza algo resignado pero sonriendo.
- Eres un pesado –Se quejó con un puchero.
Siguieron comiendo dulces y viendo películas entre risas y comentarios y uno que otro puchero de Junsu por lo que decía Yoochun.
- ¿Halo? –Yoochun al móvil –Eomma… Sí… Está bien, ya voy.
- ¿Algo malo? –Yoochun negó.
- Iré a casa de mis padres –Junsu asintió –No sé si vuelvo a la noche, ten cuidado.
- Bueno, Yoochun ah. Ten cuidado ¿Sí? –El pelinegro sólo asintió caminando hacia fuera de la casa.
Eran ya las 3 de la madrugada… Yoochun se había ido a eso de los 4 de la tarde.
- Ojalá esté bien –Junsu no podía no dejar de estar preocupado, Yoochun al salir de la casa luego del llamado había tenido una cara algo preocupada… algo acongojada –Estoy preocupado… muy preocupado –Suspiró dando otra vuelta en la cama.
La puerta sonó.
- ¿Eh? Será Yoochun… -Un ruido de algo quebrándose, el pelirrojo se asustó, abrió la puerta con cuidado para ver qué pasaba…
Yoochun estaba botando cosas.
- Yoochun ah… -Caminó hasta él –Yoochun ah… ¿Qué te pasa? –No sabía qué hacer, Yoochun respiraba agitadamente, tenía los ojos rojos –Yoochun ah…
- No me hables… -Voz algo quebrada.
- Estuviste llorando… ¿Por qué?
- ¡Eso no te importa! –Gritó al menor –Eso a ti no te importa… ¡Piérdete de mi vista!
- Yoochun ah… -Suspiró y caminó hasta él.
- No te acerques –Se alejó del menor.
- No te asustes, no puedo acerté daño. Ven –Extendió sus brazos para luego rodear con ellos a Yoochun –Sólo quiero abrazarte –Un silencio pequeño se hizo –Llora si lo necesitas, Yoochun ah… -Y pequeños sollozos comenzaron a sentirse, estuvieron de ese modo unos cuentos minutos.
- No quiero que mis padres se divorcien… -Junsu sólo le abrazó más fuerte - ¿Por qué? No quiero, Junsu ah…
- Pero tú no puedes elegir eso, tal vez sea lo mejor… deben necesitarlo, Yoochun –El mayor se soltó de sus brazos.
- ¿Y mi hermano y yo qué? Nos quedaremos en la nada, luego comenzarán hacer sus vidas… y pasaremos a segundo plano para ellos.
- ¿Lo han hecho? –Yoochun le miró –Hasta ahora te han dejado de lado.
- No, pero lo harán…
- No lo harán.
- ¿Cómo lo sabes?
- Porque te aman… porque te fueron sinceros. Ellos si no te quisieran… llegarían y lo harían sin decirte. Y porque te aman prefieren separarse, tal vez como pareja ya no funcionan… Pero eso no quiere decir que como padres no lo hagan.
- No quiero…
- Lo sé… -Volvió a abrazarle –Amas a tu familia y no quieres que se destruya, pero ella no lo hará.
- Gracias… -Y se quedó ahí entre los brazos de Junsu.
- ¿No crees que deberíamos ir a dormir? Tengo frío… -Yoochun asintió.
- ¿Podemos dormir juntos? –Le preguntó tomándole del brazo, esa noche no sería capaz de dormir solo.
- Está bien… -Y se dejó guiar hasta la habitación del mayor donde se acostaron juntos, donde Yoochun se apoyó en Junsu, donde Junsu le arrulló con cariño.
******
“Si esa noche yo hubiese sabido que una gran condena caería sobre mi corazón, tal vez… tal vez… te hubiese abrazado nuevamente, amor.
Recuerdo uno de los mantos oscuros que esa noche hubo, donde me di cuenta que te daba mi corazón… y que desde ese día tendría que amarte en secreto… yo desde ese día me hice esclavo de estos sentimientos… Si supieras que hasta este momento recuerdo el calor de esa noche”
*****
Camerinos.
- ¿Qué hago? –Suspiró el castaño sentándose - ¿Eh? –Vio que a su lado había un libro, la curiosidad pudo con él y lo abrió para leer su contenido. Abrió una página al azar y comenzó a leerla.
“Hyung… esta es la primera vez que me atrevo a escribir, como estas lejos dijiste que luego los leerías… Te extraño, hyung… quiero verte. Los días pasan lentos y me pregunto cuándo será que pueda ir hasta a ti y pedir un abrazo. Me pregunto por qué nuestros padres me han mandado lejos, donde no les puedo ver ni tocar… ¿Tan mal hijo soy?
Hyung, que suerte tienes de tenerlos a tu lado, que daría yo para ver, aunque sea por unos segundos, sus sonrisas.
Hyung ¿Podrías venir a verme un día de estos?
Parece que mi pecho no es capaz de soportar el aire que respiro, porque me siento ahogado en esta soledad… no entiendo lo que me dicen, solo escucho risas de otros niños… hace cinco años no nos vemos, y me veo a mis diez años tan solo. Hyung… ven por mí, por favor”
Jaejoong estaba seguro… esa historia ya la había leído en algún lugar.
- ¿Dónde lo habré leído? –Cerró el libro buscando el nombre del autor…
“Kim Junsu”
- Él… ya recuerdo –Y surcó una sonrisa en su rostro, hace años, cuando Junho estaba vivo le mostró un texto que había escrito el menor… recuerda bien cuanto se rió de esos escritos –Tan idiota…
- ¿Quién te dio permiso de tomar mi libro? –Una voz gruesa se escuchó.
- Así que seguidor de Kim Junsu ¿Ah? –Respondió el castaño sin mirar a su interlocutor –Con razón te esmeras en que salga a la perfección las grabaciones.
- Eso a ti, no te interesa…
- Kim Junsu sólo ha llegado a fastidiarme la vida… ¿Sabes? No entiendo cómo puede gustarte la basura que escribe –Yunho sonrió.
- Y aun así te da trabajo. Que gracioso ¿No? –Jaejoong le fulminó con la mirada –Junsu ahhh… no entiendo cómo él pudo pedir que seas tú quien actúe ese papel –Se acercó a Jaejoong –Cada segundo que paso escuchándote me doy cuenta de lo vacío y superficial que eres, Kim Jaejoong. A ti no te interesa ni siquiera actuar, lo haces porque así te prestan atención ¿Te gusta? Lo dudo… si te gustara tratarías de entender el significado de este trabajo –Le arrebató el libro – ¿Modelas? He visto tus sesiones fotográficas, la misma expresión… vacío –Se dio media vuelta –Hablas de Kim Junsu como si le conocieras…
- Le conozco desde que llegó a Seoul, es el hermano menor de un gran amigo… -Yunho volteó a verle.
- Que le hayas visto y que hayas interactuado con él no significa que le conozcas… Vez que no entiendes nada.
Y nuevamente Yunho le había dejado un sin sabor en la boca… un latido extraño en su corazón, Yunho tenía esa capacidad… Yunho era distinto, no le trataba como otros.
- Te odio, Jung Yunho… -Susurró para sí –Hare que beses el piso por donde camino.
Jung Yunho era una persona distinta… era la primera persona que no le adulaba, era la primera persona que le decía ese tipo de cosas… era la primera persona que le hacía sentir que era nada, era la primera persona que le hacía reflexionar tanto.
- Idiota…
*****
Mansión Park.
- Junsu ah… -Abrazó al pelirrojo cuando este hacía el desayuno –Oh… hace tiempo que no desayunaba algo así.
- ¿Enserio? Es lo único que sé preparar de desayuno –Yoochun le observó.
- ¿A qué te refieres?
- Lo países orientales no acostumbran mucho a desayunar esto, eso digo… recuerdo que cuando era pequeño eomma preparaba arroz, sopa y solo recuerdo eso –Rió mientras colocaba tostadas, mermelada, huevos revueltos, mantequilla, galletas, y dos tazas de café.
- Oh… Pero estuviste en un internado en China –La taza de Junsu calló.
- ¿Eh? Lo siento… -Se acuclilló a limpiar.
- ¿Qué te pasó?
- Se me resbaló la taza, nada más –Respondió sonriéndole para que no viera lo que realmente sentía al recordar ese internado.
- Ten cuidado, puedes cortarte –Vio como Junsu algo nervioso trataba de recoger los pedazos de esa taza –Hey… ¿Qué pasa? Sólo fue una taza, nada más –Un sollozo - ¿Junsu?
El pelirrojo no le miraba, estaba ahí frente a él sin articular palabra, sólo sollozando.
- Junsu ah… -Le tomó del mentón para que le mirase y vio, se mordía el labio inferior… tenía los ojos cristalizados y un fino camino de lágrimas - ¿Qué sucede?
- Nada… -Y un sollozo más grande se sintió.
- Ven… -Yoochun no lo sabe, no entiende por qué pero no soportó ver ese rostro tan triste, ver esas lágrimas y esas mejillas mojadas - ¿Por qué lloras?
- Lo siento… -Fue la respuesta –No llorare… lo siento…
- Tranquilo, no pasa nada si lloras…
- ¿De verdad? –Preguntó saliendo de su escondite que obtuvo al apoyarse en el pecho del pelinegro.
- Puedes llorar, Junsu ah… -Le sonrió - ¿Por qué no habrías de poder? –Le acarició el cabello - ¿Qué te hizo llorar?
- No te preocupes, Yoochun ah… Gracias por preguntar –Se secó las lágrimas tratando de calmarse.
- ¡Yah! –Le tomó del rostro –Bobo… puedes contarme, te sentirás mejor si lo dices…
- Es algo bobo… -Bajó su mirada, es que se sentía avergonzado al sentir la mirada penetrante de Yoochun.
- ¿Si fuera algo bobo estarías llorando? –El pelirrojo negó –Entonces cuéntame.
- Mi estadía en el internado en China… no es grato recuerdo… Trato de no acordarme de esas cosas, lo siento… tiendo a ponerme nervioso… -Dijo apenas antes de que otro sollozo le atacara.
- Oh… lo siento, ven –Volvió a abrazarle. Junsu se veía desprotegido, solitario y se preguntó por primera vez cómo es que a Junho jamás le importó eso… cómo pudo seguir sus días sin saber de su hermano menor, al que se da cuenta era un pequeño niño inocente y muy indefenso –Ya no estás solo.
- Gracias… Yoochun ah –Se aferró a ese abrazo, se aferró a ese calor y a esas palabras.
*****
“Cuando tan sólo tenía cinco años mi madre me enviaron a un internado en China… No me gustaba, no quería estar… estaba solo, no había nadie a quien conociera, no había nadie con quién pudiese hablar. Creí que sería por un tiempo y que mi madre volvería a por mí, pero eso no pasó y con forme el tiempo pasaba en el internado nos trataban peor y para mi gracia y suerte había chicos que me molestaban… Me pregunté por qué mi madre me había mandado hasta ahí, por qué no venía a verme… por qué mi hyung no venía a abrazarme.
Una tarde a mis nueve años llame a mi madre… hablé con ella después de tres años sin saber nada de mi familia… y hasta hoy recuerdo esa conversación…
‘- Homonim…
- ¿Para qué llamas?
- Yo… yo… lo siento, quería pedirle algo…
- ¿Qué cosa? ¿Quieres volver?
- ¿Puedo? Yo… los extraño.
- Que boberías dices ¿Sabes cuánto me costó que fueras hasta allá?
- Yo… lo siento… Entonces… puede cambiarme a otro lugar…
- Deja de dar dolores de cabeza, Junsu…
- Lo siento, homonim… disculpe la llamada. Saludos a la familia’
Recuerdo que esa noche lloré mucho; tanto que me castigaron, tanto que con suerte podía abrir la boca para comer después de los golpes que me dieron. Y hasta hoy quisiera saber qué hice mal para que me alejaran de casa.
*****
- Hola, Junsu hyung –El pelirrojo sonrió al ver al chico alto.
- Changmin ah ¿Los terminaste? –El menor asintió –Woo, me agradas, eres uno de los pocos chicos que aprecia realmente la lectura.
- Oh… ¿Qué haces hyung? –Miró una libreta con algo escrito.
- Eh… escribía –Respondió algo azorado.
- ¿Qué escribes?
- Nada interesante… -Guardó la libretita algo azorado.
- Vamos, no leeré nada, sólo quiero saber qué es lo que escribes.
- Una… historia…
- Woo… interesante, hyung –Se estiró –Iré a ver qué me llevo hoy –Junsu asintió –Ah… hyung, espero pronto leer una de tus historias –Luego de eso le regalo una sonrisa y camino hasta las estanterías.
*****
“Recuerdo esos momentos, Max… a tu forma siempre me hacías sentir bien, eres uno de los mejores dongsaeng que la vida me dio. Gracias, es un alago saber que sigues leyendo todo lo que escribo, es un alago saber que sigues caminando. Es un alago pozo sin fondo. Aún recuerdo una tarde que salimos juntos y me dejaste prácticamente en banca rota, comías como si el fin del mundo hubiese llegado ¿A dónde va toda esa comida? Todavía no logro responderme aquella pregunta”
*****
- Yoo… Yoochun –No podía creer aun lo que había pasado… el pelinegro le había besado… se había robado su primer beso…
- Lo… siento… no pude evitarlo –Explicó Yoochun –No… pude…
- No… lo… vuelvas hacer… Yoochun… -Le miró aun sorprendido –No soy mi hyung… lo sabes…
- Lo sé… no creas que te confundo con él, Junsu –Le tomó de las manos –No lo hice por confundirte con Junho… lo hice porque eres tú… Junsu ah.
- Que quieres decir… -Le miró expectante, con el corazón latiendo apresurado… tal vez su amor sea correspondido.
- No lo sé… -respiró profundo –Pero de tan sólo verte las ganas de besarte me llenaron y no pude reprimirme…
El menor se sintió algo desilusionado, pero lo dejó pasar… tal vez con tiempo y Yoochun comprenda sus sentimientos.
Correspondió al abrazo que Yoochun le daba… correspondió con cariño esperando escuchar en algún momento un te amo acompañado de un beso.
****
“Sabes amor… yo aún sigo esperando porque ese día llegue, aún espero que correspondas a mi corazón, todavía espero llegar al tuyo y ser parte de él…
Todavía te espero, Micky… yo…
Aún te amo… mi corazón no ha dejado de latir sólo por ti…
Deseo como nunca que me busques y me abraces antes de partir y decir adiós.”
N/A: ¡Hola! ¿Cómo están? Espero que les guste el cap... ya estamos terminando este mini serial ♥ Bueno no mucho que decir... sólo que muero de sueño. Se cuidan.
Oye Mao y el capo 2?
ResponderEliminarpor mas que lo busco no lo encuentro.
Despues de encontrar el capo 2 lei este y... Jae me esta cayendo mal, en serio que si.
EliminarTanto el como a su familia no entiendo porque no quieren a Junsu, un niño de cinco años que les pudo haber hecho a sus padres.
Y Jae solo por el hecho de parecerse a Junho y vivir con Yoochun ya lo odia, es bastante exraño.
Maooo graciaas!!!!
esta muy bello este fic, es algo triste y quiero comprender si Junho realmente odio a Junsu aunque con una madre asi por alguna razon no se me sorprende que no lo haya importado Junsu. Con Yoochun, quiero creer que ama a Junsu por que es el y no porque se parece a su hermano y no entiendo porque Jaejoong detesta a Junsu
ResponderEliminarEsto esta muy enredado @_@
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